La selección española vuelve a estar de moda. Después de pasar una década en segundo plano, la Eurocopa ha servido para poner a España de nuevo en el primerísimo nivel. Es la envidia del viejo continente y el ejemplo donde se miran el resto de selecciones.
En un momento de extrema inestabilidad dentro de la Federación Española de Fútbol, la Selección ha permanecido ajena a todo y ha sido quien ha lavado la imagen del fútbol de nuestro país. Lo ha hecho dando una exhibición en Alemania y dejando claro que el futuro de la Selección es prometedor.
España quiere más y el próximo reto son los Juegos Olímpicos de París. Es cierto que el grupo de futbolistas distará totalmente del de la Eurocopa, pero la selección española tiene una oportunidad única para seguir escribiendo su historia y llevarse de vuelta a casa un oro olímpico.
Sería además una forma de acabar con el sabor agridulce que dejaron los últimos Juegos de Tokio. En aquella ocasión España llegó a la final, pero acabó sucumbiendo de forma dolorosa frente a Brasil con un gol en la prórroga.
Un duro mazazo para un equipo que estaba dirigido precisamente por Luis de la Fuente. El técnico riojano alineó en esa final ante los cariocas a Unai Simón, Cucurella, Merino, Zubimendi, Pedri, Oyarzabal y Dani Olmo. Ahí se esconde uno de los secretos de porqué España ha sido un bloque tan unido en este Europeo.
Equipo de garantías
Para los Juegos Olímpicos de París 2024, España cuenta con un equipo de garantías para lograr cosas importantes. No estará sentado en el banquillo De la Fuente y será Santi Denia quien dirija al joven grupo de futbolistas.
Serán 18 los jugadores que intenten traer el oro de París y estarán liderados por dos hombres que acaban de coronarse campeones de Europa: Fermín López y Álex Baena. Ambos llegarán frescos ya que no han tenido demasiado protagonismo en el torneo continental. Eso sí, en el esquema de Santi Denia jugarán un papel fundamental.
Además, estarán acompañados por futbolistas de cartel como Eric García, Pau Cubarsí, Miguel Gutiérrez, Pablo Barrios, Aimar Oroz, Sergio Gómez o Samu Omorodion, entre otros. Un bloque muy fiable en lo defensivo, con capacidad para dominar en el centro del campo y con olfato goleador.
La expedición partió el miércoles de la Ciudad del Fútbol de Las Rozas, donde llevan concentrados las dos últimas semanas, y volaron a Burdeos, una de las sedes donde España tendrá que jugar en la fase de grupos -allí se medirá a República Dominicana el día 27 y a Egipto el día 30.
España se mide esta tarde (18:00) a Estados Unidos, presente en los Juegos, en el último partido de preparación para el torneo que arrancará el próximo miércoles 24 de julio (15:00 horas) ante Uzbekistán en el Parque de los Príncipes de París. La confianza en el grupo de Santi Denia es plena y se presentan como uno de los favoritos a tocar metal.
Un reto estimulante
España afronta con ilusión la cita olímpica y lo hace también con el aliciente de lograr un hito histórico en el fútbol español y apenas visto en el fútbol continental: ganar la Euro y el oro olímpico en el mismo año. Hasta el momento Francia ha sido la única selección que lo ha logrado. Lo hizo en 1984 al imponerse a Brasil por 2-0 en la final de los Juegos y a España en la final de la Eurocopa.
La selección española tendrá la oportunidad de igualar a su país vecino. Un título que le llevaría conseguir la segunda medalla de oro de su historia. La primera llegó en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992.
Vicente Miera era el entrenador de aquella selección que hizo historia. Llevó al equipo al oro en los primeros Juegos que se disputaron bajo la normativa de tener futbolistas sub-23. Vencieron la final por 3-2 a Polonia gracias a un gol agónico de Kiko Narváez. El jerezano fue el héroe de un grupo de jóvenes futbolistas en el que también se encontraban Cañizares, Luis Enrique, Pep Guardiola o Alfonso Pérez.
El éxito en Barcelona 92 ha sido el único que ha tenido España en todas las ediciones de los Juegos Olímpicos. Estuvieron cerca en Sídney 2000 con una generación con nombres como Albelda, Xavi, Puyol, Marchena o Tamudo que se quedó a las puertas tras perder la final ante Camerún en la tanda de penaltis.