El encuentro entre Marruecos y Argentina en los Juegos Olímpicos, que terminó con una victoria 2-1 para los marroquíes, quedó empañado por una serie de incidentes que opacaron el resultado deportivo.
La constante interrupción del partido debido a la invasión de campo por parte de los aficionados marroquíes, la prolongación del encuentro con 15 minutos adicionales y la anulación del empate de Cristian Medina dos horas después, fueron algunos de los eventos que marcaron una jornada caótica.
La Asociación del Fútbol Argentino (AFA) reaccionó rápidamente, presentando una queja formal ante la FIFA y solicitando sanciones severas. El entrenador Javier Mascherano y jugadores clave como Nicolás Otamendi expresaron su descontento con lo sucedido. En un comunicado emitido en la red social X (anteriormente Twitter), Claudio Tapia, presidente de la AFA, expresó su frustración.
"Fue lamentable lo que nos tocó vivir a los argentinos en Saint-Etienne. Esperar casi dos horas en el vestuario para que, después de la invasión al campo de juego por parte de espectadores marroquíes y de la violencia que sufrió la delegación argentina, nuestros jugadores tengan que volver a hacer la entrada en calor y seguir jugando un encuentro que debió ser suspendido por el árbitro principal, es realmente un sinsentido que va contra las reglas de la competencia", aseguró Tapia.
Tapia también señaló la falta de atención a las opiniones de los capitanes de ambos equipos, quienes creían que el partido no debía reanudarse: "Sumado a ello, tampoco se escuchó la opinión de los capitanes de ambos seleccionados, que entendían que el juego no se debía reanudar. Desde la Asociación del Fútbol Argentino ya elevamos el reclamo a la Comisión Disciplinaria de la FIFA para que se tomen las medidas reglamentarias pertinentes y se imponga una sanción a quien o quienes corresponda".
En medio del caos, Achraf Hakimi, lateral del París Saint Germain, no se mantuvo en silencio y expresó su pesar por los incidentes en su cuenta en Twitter: "Empezamos los Juegos Olímpicos con una victoria importante. Lamento la actitud de algunos aficionados durante el partido, que empañaron la imagen de nuestra fiel afición. Un comportamiento así no tiene cabida en el fútbol".
Las palabras de Hakimi reflejan el sentimiento de muchos marroquíes, quienes celebraron la victoria pero lamentaron el comportamiento inapropiado de una minoría de aficionados.
Javier Mascherano también manifestó su frustración: "Los tres capitanes de Marruecos entraron al vestuario y no querían seguir jugando. La posición nuestra era no jugarlo más porque nos tiraron un millón de cosas, se paró el partido siete veces... No me pasó nunca como jugador que en un partido de este nivel falle siete veces la seguridad. ¡Siete veces falló!".
Otros jugadores argentinos también compartieron su descontento. Lionel Messi, a través de una storie en Instagram, describió la situación como "Insólito". Nicolás Tagliafico fue aún más directo: "Saliendo del circo, ¿vamos a hablar del motivo por el que se suspendió o nos vamos a seguir haciendo los boludos? Si hubiese sido al revés ni me imagino lo que estarían diciendo".
La AFA ha dejado claro que buscará justicia y sanciones para los responsables de los incidentes. Mientras tanto, Argentina debe concentrarse en su próximo partido contra Irak, intentando superar este bochornoso episodio.
La comunidad del fútbol mundial observa con atención para ver si la FIFA tomará medidas decisivas. La invasión de campo, los proyectiles lanzados y la explosión de una bomba de estruendo cerca de los jugadores y el cuerpo técnico argentino son hechos graves que no pueden ser ignorados.
En resumen, el escándalo en el partido entre Argentina y Marruecos no solo empañó una victoria histórica para los marroquíes, sino que también planteó serias dudas sobre la seguridad y la organización de los eventos olímpicos. Achraf Hakimi y otros referentes del fútbol han dejado claro que el comportamiento violento no tiene lugar en el deporte.