El primer día de los Juegos Olímpicos dejó un extraño capítulo que, sin duda, va a ser uno de los más llamativos de la cita parisina. El partido de fútbol entre las selecciones masculinas de Marruecos y Argentina vivió un momento de lo más surrealista nunca antes visto en este deporte ni en los JJOO.

Con Argentina tratando de remontar el marcador adverso, la Albiceleste logró empatar en el minuto 16 del tiempo añadido, cuando ya el tiempo agonizaba. En esa celebración hubo un lanzamiento de un petardo que explotó cerca de los futbolistas y se produjo una pequeña invasión de campo, por lo que los jugadores fueron mandados a vestuarios pensando que el partido se había terminado con el resultado de 2-2.

Sin embargo, más de una hora y media más tarde, los equipos recibieron la noticia de que debían volver al terreno de juego para disputar los tres minutos que, a juicio del árbitro, todavía quedaban por jugarse. Además, les comunicaron que el gol de Argentina había sido anulado por la revisión en el VAR y que por lo tanto el marcador iba a ser de 1-2 favorable a Marruecos.

Esta situación provocó un cisma en Argentina ante un hecho insólito. Los jugadores no dieron crédito y posteriormente el entrenador Javier Mascherano salió públicamente a mostrar su estupefacción con lo sucedido. La última en reaccionar fue la Asociación de Fútbol Argentino, que emitió un comunicado pidiendo explicaciones. 

Así, la AFA solicitada que "debido a los hechos de público conocimiento acontecidos en el día de hoy en el partido entre nuestra Selección Sub 23 y su similar de Marruecos, fue elevado un reclamo de carácter formal a la Comisión Disciplinaria de la FIFA a fin de que se tomen las medidas reglamentarias necesarias para un hecho de tamaña gravedad".

Por otra parte, el organismo comunicó que "es imperioso garantizar la seguridad de los protagonistas para el desarrollo pacífico de este hermoso deporte que es el fútbol y desde la Casa Madre del Fútbol Argentino, haremos lo necesario para que esto suceda".

Robos de joyas

Anteriormente, Javier Mascherano había ejercido como portavoz para mostrar su malestar con todo lo sucedido: "Nunca nos dijeron que estaban revisando la jugada. El partido se suspendió por la seguridad. En ningún momento nos hablaron de revisión y de hecho la página web oficial de los Juegos Olímpicos dio el partido como terminado con 2-2. El árbitro no vino nunca, nunca nos dio una explicación", comentó.

El técnico endureció su discurso: "Lo que pasó dentro de la cancha es un escándalo. No es un torneo de barrio, son los Juegos Olímpicos. ¿Cómo van a parar siete veces el partido en el segundo tiempo porque entra alguien a la cancha?".

Además, el exjugador del Barcelona denunció un robo sufrido por sus jugadores el día anterior del partido: "Ayer entraron al entrenamiento y nos robaron. A Almada le faltaba un reloj y anillos. En un entrenamiento de los Juegos Olímpicos. No nos gusta que pasen este tipo de cosas", comentó Mascherano.