Mundial, Nations League y Juegos Olímpicos. La selección española de fútbol femenina persigue en París la tercera arista de su corona en este 2024. Y la ha empezado a fabricar llevándose ante Japón un partido sinuoso en el principio, que supoe reconducit a tiempo para acabar dominando en el tramo final y culminar la remontada gracias a los goles de Aitana Bonmatí y Mariona Caldentey. [Así hemos vivido la victoria de España sobre Japón].
Casualidad o destino, España quedó encuadrada en el grupo junto a Japón, el único rival que abofeteó a las de Montse Tomé en el último Mundial que terminaron conquistando. Un rival duro y los temblores de las primeras veces. Nociva combinación para un equipo que lucía en la camiseta los aros olímpicos por primera vez en su historia.
Los nervios penalizaron a las de Tomé. El inicio del partido estuvo marcado por las pérdidas de balón, riesgos innecesarios en la construcción de la jugada, poca fluidez en su juego, toma de decisiones dañinas... En definitiva, una nubosa puesta en escena que coincidió en tiempo y forma con el ímpetu inicial de Japón.
Tomé alineó a Aitana, Patri y Alexia en el medio, invocando a aquel mejor centro del campo del mundo que se perdió con la lesión de la dos veces Balón de Oro en 2022. Arriba, Athenea, Salma Paralluelo y Mariona. Ikeda, por su parte, abandonó la defensa de tres con carrileras que tanto daño hizo a La Roja en el Mundial y optó por mantener el orden táctico hasta que apareciese algún error.
Y sucedió. Una mala salida de Cata Coll acabó con Guijarro cometiendo la falta que Fujino clavó en la escuadra. Primer disparo nipón, primer gol. La problemático hizo zozobrar a España durante unos minutos. Dudas a la hora de subir las líneas y ciertas imprecisiones en el pase. Aunque confianza es justo lo que ha ganado la Seleccion a lo largo del último año.
Las de Montse Tomé pasaron a defenderse y atacar con balón y se volcaron sobre el área nipona. Athenea filtró a Bonmatí que en el mano a mano no dudo y devolvió el empate tras definir con calidad. Comenzaba a crecer España al ritmo que marcaba la Balón de Oro.
España recuperó el aliento y perdió el miedo escénico. Abandonaron las dudas y abrazadon la determinación para ir más agresivas al choque, sentirse más seguras en defensa y con mayor peligro en ataque. No obstante, pese al agobio al que estaba sometió Japón, el partido se atascó.
La selección de Montse Tomé encerró a su rival en el área y buscaba constantemente a Salma, pero las japonesas cerraban filas para que ningún balón llegara a la delantera y, cuando llegaba España, entraba en acción Yamashita. No era el día de Salma, pero sí el de Mariona que culminó una gran jugada con un disparo ajustado al poste.
España mantuvo la calma y, en todo momento, el balón. Ya saben, si un equipo tiene la posesión, el otro no puede marcar. Los libros de la historia del deporte olímpico español ya tienen una página más. La escrita por Aitana Bonmatí, Mariona Caldentey y todas las jugadores que ganaron el primer partido de fútbol femenino nacional en unos Juegos Olímpicos. Todo apunta a que no será el último triunfo.