Niko Shera (Tiflis, 1996) llega a París con sed de venganza y con ganas de revancha. El judoka español se ha convertido, por méritos propios, en una de las grandes estrellas de la delegación nacional y en una de las opciones más claras de medalla del país. Sin embargo, la herida de Tokio todavía sigue abierta.

El atleta hispanogeorgiano nacido en Tiflis y criado en Brunete aterrizó en los anteriores Juegos Olímpicos consagrado como estrella del judo a nivel mundial. Su condición de doble campeón del mundo y de número uno del ranking en la categoría de -90 kilos le hacían el candidato indiscutible al oro. 

Pero el día más importante de su carrera deportiva se terminó convirtiendo en su mayor pesadilla. Tras mostrar una versión irreconocible de sí mismo, Niko se marchó de vacío del Nippon Budokan de Tokio. Un exceso de presión le impidió rendir a su mayor nivel y escribió la página más triste de su brillante historia. 

Desde aquel 28 de julio del año 2021 han pasado muchas cosas en la vida de Niko Shera. Subió de categoría a su peso actual, -100 kilos. Y sufrió otro duro revés, una rotura del ligamento cruzado de su rodilla derecha que le tuvo en el dique seco durante ocho meses, dificultando así su adaptación a su nuevo hábitat de competición. 

Sin embargo, todo esto forma ya parte del pasado. Niko ha completado la mayor parte de su adaptación a su nuevo peso y se ha consagrado como uno de los mejores del mundo en su nueva categoría. Así lo atestiguan las cuatro medallas que ha ganado en este 2024 en las cuatro competiciones que ha disputado. La más importante, el bronce mundial de Abu Dhabi hace tan solo un par de meses. Ahora, en su plenitud física y mental, Niko llega a París más feliz y más tranquilo, disfrutando del proceso, pero sin perder de vista de su objetivo: el oro olímpico. Y así se lo cuenta a EL ESPAÑOL justo antes de viajar a la capital francesa. 

Niko Shera tras ganar la medalla de bronce en el Europeo de judo. European Judo

Bueno, Niko, quedan ya muy pocos días para que empiecen los Juegos y para esa ceremonia inaugural. ¿Cómo vas de nervios y de feeling?

Por ahora estoy bastante tranquilo. Aunque queda muy poco, me quedan días duros. Me queda toda la semana siguiente y todavía vamos a estar entrenando bastante intenso. Entonces lo que digo siempre, voy día por día, a por cada entrenamiento y a hacer mis deberes de cada sesión.

Estos van a ser tus segundos Juegos después de los de Tokio. ¿Cómo has afrontado la recta final hasta París? ¿Ha sido parecido a lo que viviste en 2021 o has hecho algún cambio? Imagino que el tener más lejos la pandemia habrá hecho las cosas más fáciles...

Realmente estoy más tranquilo. En comparación a los Juegos de Tokio mucho más tranquilo, así lo podría definir. La preparación y la intensidad fueron muy grandes en Tokio. Estaba muy preparado para ganar, aunque no salieron las cosas bien. Ahora todo mi trabajo, mi judo, la carga física, la mental... Todo ha ido bien y he intentado exprimirme al máximo. Así que lo definiría como que estoy más tranquilo en estos Juegos.

El resultado de Tokio fue un golpe duro para ti, ¿consideras que esa herida está cerrada totalmente o que es en París donde esperas cerrarla definitivamente?

Esa herida va a estar siempre, incluso aunque gane en estos Juegos Olímpicos de París. Es un objetivo que quiero conseguir. Quiero ganar. Pero realmente la herida de Tokio siempre va a estar ahí por lo que he perdido. También eso me ha dado una lección de vida. Me ha aportado otras cosas. Pero siempre va a estar ahí que yo he perdido en los Juegos Olímpicos de Tokio aunque gane en los Juegos Olímpicos de París. Eso no lo podré modificar.

¿Crees que hubo algún error? Más allá de lo deportivo, no sé si quizás hubo un exceso de confianza o si simplemente fue un poco de mala suerte. Al final son cosas que pasan en el deporte, que unas veces se gana y otras veces se pierde.

Hubo una cierta presión de más que realmente no me permitió sacar mi judo ni explotarlo el día de Tokio. No era yo al 100%. Era mucho más bajo mi nivel con gente que ganaba y sobre la que tenía facilidad. Me costaba muchísimo más. Entonces todo se me hizo mucho más duro. Realmente tenía el nivel para ganar, tenía el nivel para hacerlo mejor. Pero bueno, por esa presión y por esas cosas extra que tuve no pude mostrar mi mejor rendimiento.

Cerrando el capítulo de Tokio, en este camino hasta París también tuviste otro duro golpe que fue la lesión de rodilla. ¿Consideras que ese bache también está superado? Y ¿cómo de dura ha sido la recuperación? ¿Cómo consideras que ha sido de duro ese proceso tanto a nivel físico como mental?

Realmente lo he vivido bastante tranquilo. Es parte del deporte y lo he dicho desde el principio. Me dije bueno, esto me ha pasado en la competición y es parte del deporte. Nunca es buen momento para lesionarse ni mucho menos, pero realmente hay momentos en los que tienes que tener más tranquilidad y no ver problemas, sino soluciones. Me dije vas a estar casi ocho meses parado, pero cuando vuelvas ya estará la clasificación olímpica en marcha.

Cuando me rompí el cruzado me hacía preguntas. ¿Cuándo me operan? ¿Y cuándo empiezo la rehabilitación? Pero no me lo tomé como algo depresivo.

Tenía menos tiempo para la adaptación, pero sabía que llegaría perfectamente para los Juegos Olímpicos de París. No tenía ninguna duda en clasificarme, no tenía ninguna duda de estar en los Juegos Olímpicos. Y así ha pasado. He tenido esa tranquilidad desde el principio. Me hacía preguntas. Tengo el cruzado roto, ¿cuándo me operan? ¿Y cuándo empiezo la rehabilitación? Y paso por paso ha llegado el tiempo que necesitaba para competir. Por mi parte, siempre estuve bastante tranquilo y no me lo tomé como algo depresivo, sino que esto era parte del camino y había que ir a por ello.

Al final se podría decir que has tenido buena suerte dentro de la mala suerte porque esa lesión fue a tiempo de no impedirte ir a los Juegos. Hace menos de un año que has vuelto a la competición. ¿Crees que estás ya al 100% o que te falta todavía un poco para tener tu mejor nivel?

Yo me siento muy bien. Al 100% no lo sé, creo que no se podría comparar, pero realmente mi preparación física ha ido muy bien. Aunque en judo al 100% creo que no está nadie, es imposible llegar a ese 100% aunque busques esa perfección. Siempre tenemos lesiones, siempre tenemos pequeñas cosas, pero realmente yo siento que estoy en un estado físico muy bueno, a buen nivel mental, mi judo es fluido... Entonces creo que me voy a exprimir y voy a por esa medalla de oro.

¿En tu caso fue un poco también hándicap que esa lesión te llegara en mitad de la adaptación al nuevo peso? ¿Supuso una dificultad añadida?

Sí, un poco sí. Porque realmente yo necesitaba conocer a mis rivales nuevos, necesitaba esa fase de adaptación. Pero la lesión ha hecho que esa adaptación se recortase. Casi he podido competir con todos mis rivales, solo me han quedado unos cuantos con los que no lo he hecho. Les conozco, pero esa sensación de una competición es distinta. Este año, las competiciones que he hecho y lo constante que he sido me dan la seguridad suficiente como para saber que voy a estar muy bien en los Juegos Olímpicos.

¿Cómo han cambiado para ti los combates en la nueva categoría? ¿Antes te sentías más dominador o quizás ahora te sientes más fuerte porque puedes aprovechar todo tu peso que antes era un problema?

En la categoría de -90 yo era muy dominante y al principio en -100 no era tan dominante. Iba ganando combates, pero no era igual. Y ahora en las últimas competiciones sí he llegado a sentir la misma sensación de dominancia en todos los combates. Entonces eso significa que he llegado a un nivel superior. He ganado más masa muscular y he ganado más fuerza. Y al final he seguido entrenando para seguir demostrando que puedo dominar en -100, que también estoy a ese nivel que es algo muy bueno.

¿Es -100 tu hábitat ideal o no descartas subir en el futuro?

No, creo que si sigo compitiendo este va a ser mi peso para los siguientes Juegos Olímpicos y todo el tiempo que quiera seguir en activo.

Este año has ganado cuatro medallas muy importantes, incluido el oro en tu casa, en Tiflis. ¿Cómo defines tu 2024?

Realmente mejor de lo que me esperaba. Después de una lesión tan grave estoy bastante satisfecho con mis cuatro competiciones de este año y con mis cuatro resultados. Sobre todo esa medalla en el Mundial. Ese bronce me da esa seguridad de que estoy a ese nivel para lo más importante que viene que son los Juegos Olímpicos. Ahí es donde voy a estar en mi mejor estado de forma.

Te quería preguntar por ese Mundial de Abu Dhabi. Tú ya sabías evidentemente lo que era ganar dos oros en la categoría anterior, pero ¿qué sabor tiene este bronce y qué confianza te da de cara a París?

Me da ese empujón extra de saber que estoy a ese nivel. Nos habíamos marcado después de la lesión unos objetivos que los hemos cumplido, que han sido medalla en el Campeonato de Europa, medalla en el Campeonato del Mundo y entrar entre los ocho mejores en el ranking olímpico. Los tres objetivos marcados están conseguidos. Después del Campeonato del Mundo yo estaba muy atrás en el ranking. Entonces el objetivo era entrar en esos ocho primeros. Todo ha sido mejor que las expectativas que teníamos, mejor de lo que nos habíamos marcado. Pero ahora queda lo último.

Niko Shera tras ganar la medalla de bronce en el Campeonato del Mundo de judo de -100 kilos. European Judo

En Tokio tenías claro que el objetivo era el oro. ¿Qué objetivo te pones ahora en París?

Es el mismo objetivo. He cambio de categoría, pero el objetivo no. El objetivo sigue siendo esa medalla de oro. No llegó en Tokio. Pero aquí estamos otra vez en París para que llegue esa medalla de oro.

Me comentabas antes que has podido luchar con casi todos tus rivales aunque hay alguno con el que no te has podido testar en competición. ¿Quiénes crees que pueden ser tus mayores oponentes o quiénes crees que pueden ser los candidatos al podio que van a estar ahí peleando contigo?

En los Juegos Olímpicos todo cambia muchísimo. Sobre todo la competición. Cada uno de los que se han clasificado lo dan todo en cada combate como si fuera una final. Todos llegan muy bien preparados. Entonces, más o menos los que son cabeza de serie son los que deberían estar arriba. Pero todo puede cambiar.

Estamos preparados para hacer frente a los que están como cabezas de serie porque van a ser con los que te vas a cruzar en cuartos y en semis. Pero realmente hasta que no esté ahí y vea en cada combate quién va pasando no lo voy a saber. Más o menos hay favoritos. Igual que puedo ser yo puede ser del Azerbaiyán (Zelim Kotsoyev) que quedó Campeón del Mundo y que me ganó a mí. Pero pueden cambiar totalmente las cosas, así que cada combate va a ser una final.

¿Crees que lo vivido en Tokio te ha preparado también mentalmente de cara a ver las derrotas que has tenido este 2024 de una manera diferente?

A mí cada competición, cada derrota, me hace aprender algo. Por lo menos lo intento. No sé si siempre lo consigo, pero mi intención es siempre aprender de ello. Entonces yo creo y espero haber aprendido de Tokio, aunque haya sido muy duro. Son lecciones de vida y cada derrota a mí me hace mejor. Entonces soy mejor por esas derrotas.

Te voy a hacer las últimas para ir terminando. ¿Cuáles son tus próximos pasos de aquí hasta que compitas?

Vamos a seguir con mucha intensidad todavía. Yo voy a viajar el día 28, un poco tarde. El equipo de judo empieza el 27 que van a competir Fran Garrigós y Laura Martínez. Y al día siguiente David García. Entonces mis compañeros van a estar allí y van a competir y yo todavía estaré aquí. He tomado esa decisión de ir un poco más tarde para exprimir los días de entrenamiento y me iré el domingo 28.

Y mis días cuando llegue allí pues van a ser intensos. El lunes haré una sesión de judo, el martes otra sesión y el miércoles bajar el peso para entrar en el límite y ya el jueves día 1 competir. Pero hasta que viaje será mucho trabajo de judo y físico con sesiones muy intensas. Y luego esos días hay que bajar la intensidad para recuperar y aprovechar todo lo que he trabajado y lo que me he esforzado en estos meses. Es clave que mi cuerpo esté descansado para el día más importante de mi carrera deportiva. Tengo que estar a tope.

A pesar de que todavía eres joven, llevas muchos años en la élite y te has consagrado como una estrella. ¿Has notado durante este tiempo que el judo ha crecido en España?

Sí realmente ha crecido, pero ha crecido a nivel de resultados también. Se han conseguido muchísimos éxitos en las categorías inferiores, desde infantiles y cadetes hasta júnior. Mucha gente está sacando medallas internacionales. Cuando yo llegué estaba con Fran y éramos casi los únicos que sacábamos medallas. Y a partir de ahí ya empezó también a salir gente más joven. No digo que sea por nosotros ni nada, no sé si hemos motivado nosotros o no a que venga más gente, pero realmente ha salido una generación nueva de los que vienen por detrás que están muy fuertes y yo creo que sí, que ha crecido mucho a nivel nacional.

No sé si soy una estrella, pero tener gente que seguir siempre te motiva y te hace mejor. Cualquier niño necesita tener referentes.

¿Te sientes un poco partícipe de ese crecimiento? Al final las generaciones que vienen por detrás necesitan una estrella a la que seguir y tú en los últimos años te has consolidado como esa figura que ha hecho de referente.

Bueno, no sé si soy esa estrella. Yo intento hacer lo mío por así decirlo. Y para todos los que hagan judo y les guste el judo si soy su referente, o si lo es Fran o David García da igual. Tener gente que seguir te motiva y te hace mejor, da igual quien sea. A mí me ha pasado. Yo he visto a muchos deportistas y a muchos judokas y por eso también he tenido esa motivación de seguir. Yo creo que en cualquier deporte, en cualquier momento, cualquier niño necesita tener ese referente. Y si en España soy parte de esos ejemplos pues me alegro y estoy muy orgulloso de eso.

Y para terminar, hemos tenido Niko en Tokio y vamos a tener Niko en París. ¿Está en tu cabeza que tengamos Niko también en Los Ángeles?

Yo solo estoy pensando ahora en los Juegos Olímpicos de París. Pero lo que digo es que si mi estado físico y mi nivel de judo me acompañan, por mi edad y todo lo que tengo alrededor, podría estar en Los Ángeles también. En mi cabeza sí que está, pero no quiero pensar nada más que en París.