La lluvia que cayó durante la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos en París obligó a tomar decisiones "al segundo" y a cancelar varios números musicales sobre los tejados para proteger a los artistas. Thomas Jolly, director artístico de la ceremonia, reconoció en una rueda de prensa que, aunque sabían desde la mañana que llovería y que algunos espectáculos estarían "al límite", "nada" detendría la celebración de la apertura.

"Fue algo imprevisible, teníamos que adaptarnos y eso es lo que hicimos, tomamos decisiones al segundo, como si los artistas podían estar en el tejado o no", explicó Jolly. El cambio más evidente fue cancelar las actuaciones en los tejados por motivos de seguridad. "Conservamos los números donde se podía secar rápidamente, pero decidimos que no subieran a los tejados ni los bailarines ni los músicos. Los instrumentos y la lluvia no son una buena mezcla", añadió.

Céline Dion fue una de las artistas a las que se le ofreció cantar en otro lugar que no fuera la Torre Eiffel, debido a las condiciones meteorológicas y su delicada salud. Sin embargo, la cantante canadiense insistió en cumplir con el guion original.

Tony Estanguet, presidente del Comité Organizador de los Juegos, también admitió que la lluvia complicó los planes, pero elogió al equipo por mantener el nivel de ambición. "Fue una ceremonia de una complejidad técnica de niveles estratosféricos", destacó.

En cuanto a los deportistas que soportaron la lluvia, Estanguet mencionó que "no fue fácil para ellos", pero subrayó que si la ceremonia hubiera sido en un estadio, también se habrían mojado.

Los deportistas tuvieron la oportunidad de descansar después del desfile, y muchos lo aprovecharon. "La prioridad era que estuvieran en el Sena", añadió, señalando que los atletas estaban satisfechos a pesar del tiempo bajo la lluvia.

Además, Estanguet resaltó que la ceremonia se llevó a cabo "sin ningún incidente en términos de seguridad", a pesar de que hace unos meses nadie creía que fuera posible celebrarla con normalidad.

Los responsables del espectáculo defendieron que los números presentados, incluyendo el de Maria Antonieta decapitada, la actuación de Aya Nakamura en el Puente de las Artes junto a la Guardia Republicana, las referencias al cabaret y el homenaje a las grandes mujeres de la historia francesa, no pretendían ser subversivos, sino mostrar la diversidad de Francia.

Therry Reboul, director de ceremonias, afirmó: "Lo de Nakamura era lo que queríamos. Es una artista increíble que nos permite llevar la imagen de Francia por el mundo". Reboul subrayó la importancia de la libertad de creación artística en Francia. Nakamura fue objeto de ataques racistas por parte de grupos de ultraderecha tras filtrarse su participación en la ceremonia.

Estanguet apoyó esta postura y, tras ser preguntado si algún país había solicitado que ciertas imágenes no fueran emitidas en sus territorios, afirmó que la ceremonia tenía como objetivo mostrar los valores y principios de Francia, con mensajes fuertes de sororidad y amor.

"La idea era lanzar un mensaje lo más fuerte posible. Tenemos en cuenta a la comunidad internacional, pero era una ceremonia francesa, en París. Tenemos libertad de expresión en Francia y queremos protegerla", sostuvo.

Finalmente, Estanguet defendió las referencias a Louis Vuitton en algunos tramos de la ceremonia, señalando que la marca había contribuido al éxito de los Juegos y participó activamente en la preparación de las ceremonias para hacer el momento lo más elegante y francés posible. "Son nuestros socios", comentó.

En resumen, la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos en París enfrentó desafíos debido a la lluvia, lo que obligó a cambios de última hora para garantizar la seguridad de los artistas y la calidad del espectáculo.

A pesar de las complicaciones, los organizadores lograron mantener un alto nivel de ambición y presentar una ceremonia que destacó la diversidad y los valores franceses, mientras defendían la libertad de creación artística y la expresión cultural.