España ya tiene su primera medalla en estos Juegos de París. Fran Garrigós (Móstoles, 1994) ha logrado el bronce en judo -60kg tras su victoria contra el georgiano Giorgi Sardalashvili en la pelea por el tercer puesto. De tal manera, el deporte español vuelve a tener un metal olímpico en judo 24 años después del oro de Isabel Fernández en Sídney 2000.
Garrigós, último campeón del mundo (2023) y de Europa (2024) en su peso, era la primera gran baza de España para subirse al podio en estos JJOO y cumplió con su papel. Tras ser 17º en los Juegos de Río y 9º en Tokio, el judoca mostoleño da el salto a lo grande y se sube al podio en París.
Contó, además, con un espectador de excepción en el pabellón efímero de Campos de Marte: el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, quien estuvo animando desde las gradas acompañado por el responsable del Comité Olímpico Español (COE), Alejandro Blanco, y por la ministra de Educación y Deporte, Pilar Alegría.
Tras saltarse la primera ronda por ránking, Garrigós entró directamente en octavos. En un igualado combate que se fue hasta el tiempo de oro, logró someter al belga Jorre Verstraeten (19º del mundo) por Waza-ari. El luchador madrileño trasmitió cierta tensión. En su primera participación olímpica, en Río, se fue a las primeras de cambio frente al francés Luka Mkheidze -plata en París-.
En los cuartos de final, ya ante la mirada del presidente español, venció por ippon por estrangulamiento al japonés Ryuju Nagayama (6º). El nipón no quiso darle la mano al final. "Cuando un competidor pierde el conocimiento por estrangulación, automáticamente es ippon. No sé de qué se queja", dijo Quino Ruiz, el entrenador de Fran. El golpe a su sueño de ser campeón olímpico llegó en las semifinales cuando perdió ante el kazajo Yeldos Smetov -oro más tarde- por un ippon en los últimos instantes del combate.
Por suerte para el español, luego logró vencer a Guiorgui Sardalashvili en una de las peleas por los dos bronces que se reparten en cada categoría de judo y así aseguró su sitio en el podio olímpico
Garrigós logró lo que no pudo hacer Laura Martínez pocos minutos antes. La judoca española, que también peleó por el bronce en la categoría de menos de 48 kg tras caer en semis, perdió en los momentos finales ante la francesa Shirine Boukli y acabó en quinta posición la competición.
Emoción máxima
La misión para Fran Garrigós no era fácil. En su cabeza todavía rondaba la derrota contra Smetov que le alejó del oro, pero sacó adelante la faena y afrontó de manera formidable su combate frente al luchador georgiano.
Sardalashvili, segundo mejor judoka del mundo, también ofreció un gran nivel a lo largo de un combate que se acabó alargando hasta el Golden Score después de una batalla frenética.
Fue ahí, pasado el minuto de la muerte súbita, donde una gran llave del deportista madrileño le sirvió para llevarse el premio. Un reconocimiento a una carrera brillante. "En Tokio pensé en dejarlo pero ha merecido la pena. Hay que luchar e intentar estar lo más cerca de tu objetivo", apuntó Garrigós, a sus 29 años, tras el combate.