Sergio Scariolo da instrucciones con Juancho Hernangómez de fondo.

Sergio Scariolo da instrucciones con Juancho Hernangómez de fondo. REUTERS

Juegos Olímpicos

El rebote y las 'desconexiones', los grandes quebraderos de cabeza de España en su debut en los Juegos Olímpicos

El combinado dirigido por Sergio Scariolo sufrió en su estreno olímpico ante Australia y se queda sin margen de error para pasar a los cuartos de final.

28 julio, 2024 02:15

No iba a ser fácil. Se habían clasificado a los Juegos Olímpicos sobre la bocina y tenían delante a un equipo de quilates. Australia asusta y a España le amedrentó en exceso. Los de Sergio Scariolo sufrieron mucho en su debut en París y su continuidad en el torneo se complica por momentos.

La derrota por 12 puntos frente al combinado 'Aussie' fue totalmente merecida. De poco sirve que España coqueteara con darle la vuelta al marcador. La cruda realidad fue que los australianos estuvieron por delante en el marcador durante 39 de los 40 minutos del partido. España únicamente llevó la iniciativa a lo largo de 17 segundos. Así es muy difícil.

Y es que son varias las razones para explicar el tropiezo de la selección española frente a Australia. Desde la fragilidad en el rebote, donde se vio a un combinado español totalmente superado, hasta las desconexiones de los de Scariolo tanto en ataque como en defensa que acabaron siendo definitivas.

Desde el inicio quedó patente la superioridad del combinado oceánico. Un parcial de 14-5 en apenas cuatro minutos y medio que dejó claro el gran ritmo anotador que iban a imponer los australianos. El primer cuarto se cerró con 31 puntos sobre la canasta de España y con unas sensaciones de descontrol y de estar algo desbordados. 

A pesar de ello España no se rindió y llegó incluso a ponerse por delante en el marcador. Sin embargo, numerosas faltas de concentración tanto en la faceta ofensiva como defensiva les imposibilitaron sentirse dueños del choque. Varios parciales de 8-0 o 9-0 y acumular también un par de veces casi cinco minutos sin anotar dinamitaron sus opciones en el partido y complicaron sobremanera su futuro en el torneo.

El gran debe

Pero no fue todo cuestión de mentalidad o acierto con los lanzamientos. España perdió el partido en el rebote. Los australianos recogieron 42 veces el balón sobre el aro por tan solo 26 del equipo de Sergio Scariolo

Landale desnudó todas las carencias defensivas de Willy Hernangómez y le ganó la partida en varias ocasiones en el rebote ofensivo. El madrileño no estuvo mal en la faceta ofensiva, pero fue una laguna en su propia zona. Garuba tuvo que apagar el incendio haciéndose fuerte debajo de su canasta, pero tampoco pudo sobreponerse al poderío australiano.

Sergio Scariolo deberá mejorar en esta faceta. El camino de España hacia los cuartos se ha complicado y deberá dar el do de pecho frente a Grecia y Canadá, dos combinados llenos de peligro.

Los helenos tienen como estrella a Giannis Antetokounmpo, un jugador que puede hacer mucho daño al equipo español si vuelven a mostrar este nivel defensivo. Los canadienses, por su parte, son también un equipo plagado de estrellas (y el verdugo de España en el último Mundial).

Motivo para soñar

España cayó en su debut olímpico, pero no todo fueron malas noticias. De hecho, una muy positiva fue la actuación de Santi Aldama. El único NBA de la plantilla fue el clavo que sujetó al equipo para mantenerse en el partido. Anotó 27 puntos con un acierto sublime desde el triple (6 de sus 8 lanzamientos acabaron dentro).

Un registro que le sirvió al-pívot canario para batir un récord jamás visto en los Juegos Olímpicos. Y es que fue el primero en anotar 27 puntos sin realizar ni una sola canasta de dos. 18 llegaron desde el triple y los otros nueve fueron desde la línea de tiro libre.

Santi Aldama, durante el partido de los Juegos Olímpicos frente a Australia.

Santi Aldama, durante el partido de los Juegos Olímpicos frente a Australia. EFE

Aldama tiró del carro y es, sin duda, la gran esperanza de España en estos Juegos Olímpicos. Si mantiene el nivel y sus compañeros acompañan con buenas defensas podemos ver una selección española candidata a grandes cosas. Si eso no ocurre, la misión se antoja muy complicada.