En el emblemático parque Champs de Mars, bajo la imponente Torre Eiffel, Steven van de Velde, jugador neerlandés de voleibol playa, vivió un debut en los Juegos Olímpicos de París 2024 marcado por la controversia y la desaprobación pública.
Abucheado por una multitud enardecida, Van de Velde, condenado en 2016 por abusar sexualmente de una niña de 12 años, no logró evitar la derrota junto a su compañero Matthew Immers frente a la pareja italiana formada por Alex Ranghieri y Adrian Carambula.
Desde el momento en que Van de Velde pisó la cancha, los abucheos resonaron con fuerza en el estadio. El ambiente se tornó tenso cuando se presentó al atleta de 1,98 metros de altura, vistiendo los colores azul y naranja de los Países Bajos.
Los aficionados italianos y otros presentes dejaron clara su desaprobación hacia la participación del jugador condenado en los Juegos Olímpicos.
A pesar de la presión, Van de Velde y su compañero Immers lograron mantener la compostura inicial. Sin embargo, cayeron 2-1 en su primer partido del torneo, una derrota celebrada por muchos en las redes sociales.
Un aficionado italiano expresó en un comentario en X (antigua TwitteR): "¡Qué momento de orgullo para Italia! Alex Ranghieri y Adrian Carambula derrotaron al abusador de niños Steve Van de Velde y a su igualmente repugnante compañero Matthew Immers. ¡Grazie ragazzi!".
El rechazo a la participación del neerlandés viene incluso de compatriotas del jugador: "Un recordatorio amistoso de que Steven van de Velde nunca, bajo ningún concepto, debería estar en los Juegos Olímpicos representando a nuestro país después de lo que hizo".
La periodista deportiva de la BBC, Laura Scott, presente en el estadio, tuiteó: "Cuando van de Velde fue presentado individualmente ante la multitud, hubo abucheos evidentes. Muchas personas con las que hablé afuera dijeron que estaban tristes de verlo aquí, diciendo que va en contra de los valores olímpicos. Pero algunos fanáticos holandeses dijeron que lo apoyarían porque sienten que ya cumplió su condena".
El caso de abuso
Steven van de Velde fue sentenciado a cuatro años de prisión en 2016 tras admitir haber abusado sexualmente de una niña británica de 12 años en agosto de 2014. Van de Velde, entonces de 19 años, conoció a la niña a través de Facebook.
La relación en línea se intensificó y Van de Velde decidió viajar desde Ámsterdam al Reino Unido para encontrarse con ella en Milton Keynes. La fiscal del caso, Sandra Beck, detalló en el tribunal cómo la niña había conocido a Van de Velde y cómo este la había hecho sentir "especial", a pesar de que ella dejó claro que tenía solo 12 años.
El encuentro culminó en un abuso en una casa vacía. Después, Van de Velde le aconsejó a la niña que tomara la píldora del día después. Fue la visita de la niña a una clínica de planificación familiar lo que alertó a las autoridades, quienes intervinieron debido a su corta edad.
Van de Velde fue arrestado y extraditado al Reino Unido, donde admitió tres cargos de abuso sexual contra una menor. Durante el juicio, el juez Francis Sheridan fue contundente: "Sus esperanzas de representar a su país ahora son un sueño hecho añicos".
Sin embargo, tras cumplir 12 meses de su condena, Van de Velde fue liberado por buena conducta y regresó a los Países Bajos. La liberación temprana fue posible gracias a un tratado entre ambos países, que ajustó los cargos y la sentencia a la ley holandesa, cambiando el cargo a "fornicación".
Participación en París 2024
La inclusión de Van de Velde en el equipo olímpico neerlandés ha sido motivo de intensa polémica. Muchas voces, tanto dentro como fuera de los Países Bajos, han cuestionado la decisión de permitir que un condenado por abuso sexual participe en los Juegos Olímpicos.
Una petición para expulsar a Van de Velde de los Juegos ha reunido más de 94.400 firmas, y la Asociación Olímpica Británica ha expresado su descontento con su inclusión.
El Comité Olímpico Holandés ha defendido su decisión, argumentando que Van de Velde ha cumplido su condena y ha pasado por un programa de tratamiento especializado.
"Steven NO es un pedófilo; ¿de verdad crees que el CON holandés no enviaría a París a alguien que SÍ representa un riesgo real? No, no representa un riesgo", declaró un alto funcionario del comité en un correo electrónico.