A estas alturas de la temporada y con tantos frentes abiertos, cuanto menos desgaste tenga sobre la pista todo será un poco más fácil. Carlos Alcaraz lo sabe, y por eso solventó su partido de segunda ronda ante el holandés Tallon Griekspoor por la vía rápida. [Así vivimos la victoria de Carlos Alcaraz ante Griekspoor]
El tenista murciano cumplió con el trámite y sigue adelante en estos Juegos Olímpicos donde también está vivo en el cuadro de dobles junto a Rafa Nadal, que cayó eliminado unas horas antes en el partidazo del día contra Novak Djokovic.
Pinta bien el camino de Carlos Alcaraz hacia las medallas en este cuadro individual de París 2024. Sin duda, es una de las grandes bazas con las que cuenta la expedición española en estos Juegos, y el panorama se vuelve todavía más esperanzador teniendo en cuenta el escenario y el próximo rival.
En estas instalaciones de Roland Garros, el murciano se proclamó campeón del Grand Slam francés hace unas semanas, y el próximo rival en octavos de final es el ruso Safiullin, que jugará por supuesto sin bandera ni sin distintivo alguno de su país. Por su lado del cuadro la principal amenaza es la Medvedev.
El primer set no tuvo demasiada historia. Carlos Alcaraz se había quedado al frente y en solitario de la representación española en este cuadro individual masculino, así que cogió las riendas con fuerzas y saltó a la cancha como un auténtico ciclón.
Tras adjudicarse su primer juego con el servicio, en su primera oportunidad al resto fue capaz de romperle el servicio a Griekspoor. Aquello fue tan sólo una pequeña muestra de lo que estaba por llegar en la primera manga.
Alcaraz funcionó con su derecha, estuvo rápido de piernas y no acusó el posible cansancio de estar también presente en el cuadro de dobles. Griekspoor no fue capaz de detener al murciano en ningún momento y terminó sucumbiendo con mucha claridad, tanto como un incontestable 6-1.
Parecía que iba a ser coser y cantar para el reciente campeón de Wimbledon hace apenas unas semanas, pero Griekspoor tiró de orgullo en la segunda manga y no le puso las cosas tan fáciles.
El set avanzó sin que ninguno de los dos fuera capaz de despegarse en el marcador. El nivel de Alcaraz bajó considerablemente, y eso lo aprovechó el neerlandés para presionar en cada juego.
A punto de entrar en el tramo decisivo, el tenista español solicitó la asistencia médica. Algo no marchaba bien, así que pidió retirarse a los vestuarios, un deseo que fue concedido. Tras unos minutos de parón, Carlos Alcaraz regresó a la pista y consiguió forzar el tiebreak. Ahí fue muy superior a Griekspoor, así que cerró el partido en una hora y 48 minutos para marcharse a descansar pensando en los octavos de final y en su partido de dobles con Rafa Nadal.