Rafa Nadal se aferra a los Juegos. Aunque no siempre encuentre el 'feeling' con la pista o se vea superado por su rival, el tenista español acostumbra a sacar los partidos adelante. Más aún cuando lo hace sobre la tierra de París. "Hay pistas donde tienes más recuerdos positivos", apuntó tras vencer a Fucsovics. Tendrá la oportunidad de seguir demostrándolo ante Djokovic.

De momento, las sensaciones que está dejando Rafa Nadal en la capital gala son positivas. Así lo demostró ante Fucsvocics en un ejercicio de superación en el que el balear tuvo que hacer frente a la resurrección de su rival después de un primer set impecable.

De hecho, una vez finalizado el partido y con las pulsaciones todavía al máximo, Nadal ofreció una explicación impecable de su estado actual y sus sensaciones dentro de la pista. 

"Lo que ayuda es jugar bien, moverme bien, estar con la atención adecuada en todo el rato para no perder la bola de vista. Es algo que, si no juegas todo el tiempo, lo vas perdiendo, el hecho de estar focalizado con la pelota. Me está costando leer mejor hacia dónde me tira el contrario en los últimos tiempos", apuntó Nadal.

Una reflexión sincera de un Nadal que tendrá como próxima piedra en el camino a uno de sus rivales acérrimos: Novak Djokovic. Un duelo que llega con los dos tenistas lejos de su máximo nivel, pero que nadie se querrá perder. Dos de los más grandes del tenis mundial, frente a frente en su último baile olímpico.

Djokovic, que viene de perder ante Carlos Alcaraz en la final de Wimbledon, es objetivamente favorito. Pero esto es París. Y París es Nadal. Todo es posible cuando hablamos de Rafa sobre la arcilla de la capital gala.

Doble lectura

Rafa Nadal sigue adelante en el cuadro individual de los Juegos Olímpicos y eso le hace mantenerse con opciones de lograr un doblete histórico. Y es que también sigue vivo en el cuadro de dobles juntos a Carlos Alcaraz.

Ya dejaron por el camino a una dupla de quilates como la que es González-Molteni en un choque en el que dejaron grandes sensaciones. Un estreno como pareja en el que se apreció que los destellos y las genialidades individuales fueron lo que marcó la diferencia. En algunas ocasiones Nadal con sus 'passings' marca de la casa y en otras Alcaraz subiendo y haciéndose gigante en la red.

Uno tiró del carro cuando el otro mostraba su lado más débil y el otro tiró del uno cuando éste no lograba ofrecer su mejor tenis. Resistieron juntos, remontaron juntos, ganaron juntos y celebraron juntos. Y su techo es muy alto. Han dejado claro que su suelo competitivo puede ser suficiente para lograr colgarse en el cuello una presea. 

La ilusión de Nadal permanece intacta, pero también es cierto que la gran cantidad de partidos puede pasarle factura. Jugó el sábado en dobles, el domingo debutó en individual y ahora afronta otros dos encuentros de máxima exigencia. 

Nadal se seca con una toalla durante el partido frente a Vucsovics. REUTERS

No cabe duda que este aspecto puede mermar su condición física. De hecho, estaba en duda su participación en el cuadro individual después de que la organización apenas le diera tiempo a recuperarse tras su estreno en dobles.

La exigencia sigue subiendo, pasar de rondas implica tener rivales más difíciles, pero Nadal espera estar a la altura: "Espero levantarme bien mañana. Creo que lo haré porque me he sentido bien durante el partido de hoy. El partido contra Djokovic va a ser bonito e intentaré disfrutarlo al máximo y dar toda mi energía", apuntó Nadal. El balear está listo para todo lo que viene y en el horizonte asoman las medallas. El premio es muy grande.