Nera Tiebwa, una joven judoca de tan solo 15 años, protagonizó una de las historias más conmovedoras de los Juegos Olímpicos celebrados en París. Proveniente de Kiribati, una pequeña república insular en Oceanía, Tiebwa recorrió más de 14.000 kilómetros para cumplir el sueño de participar en la máxima competencia deportiva mundial.

Sin embargo, su debut fue más breve de lo que cualquiera podría haber anticipado. Enfrentándose a la ucraniana Daria Bilodid, de 23 años, en los octavos de final, Tiebwa fue eliminada en tan solo cinco segundos tras un contundente lanzamiento de Ippon.

Este desenlace convirtió su primera participación en los Juegos Olímpicos en un evento inolvidable, aunque no de la manera que ella hubiera deseado.

Su rival, Daria Bilodid, no era una competidora cualquiera; se trata de una judoca de gran calibre que ganó una medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Tokio en 2020.

La rápida derrota de Tiebwa ante Bilodid no es motivo de vergüenza, sino una experiencia de aprendizaje valiosa en su incipiente carrera.

Nera Tiebwa, nacida en 2008, tiene un futuro prometedor por delante. Con apenas 15 años, dispone de mucho tiempo para analizar su actuación, identificar áreas de mejora y prepararse para futuras competiciones

Originaria de Kiribati, una nación insular situada a la derecha de Australia en el mapa mundial y con una población de alrededor de 110.000 habitantes, Tiebwa es un símbolo de determinación y esperanza para su país.

Kiribati, conocida por su belleza natural, se encuentra a más de 14.000 kilómetros de París en línea recta. Para una joven atleta como Tiebwa, representar a su nación en un escenario tan prestigioso como los Juegos Olímpicos ya es un logro notable, independientemente del resultado en su primer combate.

Para más honores, la joven Tiebwa fue reconocida por el comité olímpico de su país con el honor de poder ser la abanderada de su delegación en la Ceremonia de Inauguración de los Juegos Olímpicos de París del pasado viernes.