Nada Hafez, esgrimista egipcia de 26 años, protagonizó un episodio conmovedor y sorprendente durante los Juegos Olímpicos de París. La sorpresa llegó tras su victoria que le dio el pase a los octavos en la categoría de sable. Al finalizar el duelo realizó unas declaraciones sorprendentes en Instagram.

"Lo que a ti te parecen dos jugadoras en el podio, ¡en realidad eran tres! ¡Éramos yo, mi oponente y mi bebé que aún no ha llegado a este mundo!", escribió Hafez en su cuenta de Instagram, donde se calificó como una "olímpica embarazada de siete meses".

En la publicación, la esgrimista reveló que durante el embarazo ha tenido que hacer frente "a una buena cantidad de desafíos, tanto físicos como emocionales" para llegar a competir en el evento deportivo más importante del planeta.

"La montaña rusa del embarazo es dura de por sí, pero tener que luchar para mantener el equilibrio entre la vida y el deporte fue una tarea agotadora, pero valió la pena", señaló la egipcia, que se dijo "llena de orgullo de haber conseguido un lugar en los octavos de final".

Hafez tiene una vida más allá de la esgrima. También es graduada en Medicina y especializada en patología clínica en 2022 por la Universidad de El Cairo. En 2014, se convirtió en miembro del Equipo Nacional Egipcio de Esgrima de Sable Femenino Sénior. En 2015, ganó su primera Competencia Nacional de la República Egipcia de Sable Femenino Sénior.

En 2016, se clasificó a través de la clasificación zonal africana (Argelia) para los Juegos Olímpicos de Río 2016 y en 2021, se clasificó para los Juegos Olímpicos de Tokio. Hafez ganó una plata (2018) y dos bronces (2019, 2014) en el campeonato zonal africano. También ganó la medalla de bronce en el torneo satélite Tournoi de Bélgica.

El esgrima, portagonista

En estos Juegos la esgrima está siendo protagonista por distintas historias conmovedoras. Otra de ellas la protagonizó la brasileña Nathalie Moellhausen compitió en el torneo de espada apenas después de haber sido dada de alta del hospital.

Nathalie había sido internada de urgencia debido a un tumor benigno en el coxis que le provocaba dolores intensos. A pesar de su delicada condición, Moellhausen decidió presentarse a su primer combate en los Juegos, enfrentándose a la canadiense Ruien Xiao.

Sin embargo, dio el susto durante el tercer asalto. empezó a sufrir mareos y temblores en las piernas, llegando a desplomarse en la pista. Esto provocó que se parara el duelo durante varios minutos, pero acabó terminando con honor. Perdió 15-11, pero se ganó el respeto de todos.