En ocasiones, perder te puede acercar a la victoria. Parece difícil de comprender, pero esa es la situación más favorable para Rafa Nadal en estos momentos. Ante Djokovic, donde sufrió una dura derrota, quedó claro que físicamente está muy lejos del nivel óptimo para ser competitivo. Ha dicho adiós a una posible medalla, pero se le abre el camino a conseguir otra.

Y es que Nadal todavía no se ha despedido de París en estos Juegos. El balear sueña todavía con hacer algo grande junto a Carlos Alcaraz en el torneo de dobles. Un cuadro en el que la dupla española es una de las favoritas para colgarse una presea, siempre y cuando ambos muestren una gran versión. "Por mi parte, intentar recuperar y dar lo mejor de mí para tener opciones", dijo el balear después del choque contra 'Nole'.

Ahora mismo, la misión de Nadal es acompañar de la mejor manera posible a Carlos Alcaraz. En el cuadro individual se le ha visto falto de ritmo, tanto físico como en su juego, y cometiendo errores no forzados inpropios en él. Ya lo confirmó tras ganar a Fucsovics y lo reiteró también después de sucumbir contra Djokovic. No está ni mucho menos al 100%.

"Lo que ayuda es jugar bien, moverme bien, estar con la atención adecuada en todo el rato para no perder la bola de vista. Es algo que, si no juegas todo el tiempo, lo vas perdiendo, el hecho de estar focalizado con la pelota. Me está costando leer mejor hacia dónde me tira el contrario en los últimos tiempos", apuntó Nadal el domingo después de imponerse a Fucsovics.

"No he sido capaz de jugar al nivel que necesitaba y él tampoco me ha regalado prácticamente nada. Yo no he tenido la calidad de bola continuada para crearle problemas. A partir de ahí tampoco tengo las piernas de hace 15 años. Así que sin la calidad de bola y las piernas de hace 15 años no vas a crear problemas al mejor de la historia ¿no?", reconoció el balear tras el partido de Djokovic.

Retroalimentación

A nivel tenístico, Alcaraz parece estar más preparado que Rafa para llevar el peso del juego. El murciano está en el mejor momento de forma de su carrera (acaba de ganar Roland Garros y Wimbledon) y su energía puede ser clave para 'tirar del carro' de un Nadal más justo en lo físico. 

Pero será vital la experiencia del manacorí. Ya lo confirmó David Ferrer, capitán del equipo olímpico de tenis, en la previa de los Juegos: "La experiencia de lo que está viviendo Carlos solo la tiene Rafa, es alguien que le puede responder a ciertas preguntas", dijo el valenciano.

Alcaraz y Nadal, durante su debut en dobles en los Juegos Olímpicos. REUTERS

Alcaraz y Nadal tendrán que realizar un ejercicio de retroalimentación para intentar asaltar las medallas. Deben complementar sus virtudes y ser capaces de exprimir al máximo el uno del otro. Nunca habían jugado juntos y la trayectoria de Alcaraz en dobles era prácticamente nula por lo que el reto que tienen entre manos es muy exigente.

Rafa deberá poner al servicio de su compañero la frialdad y la experiencia. Tiene mil batallas a sus espaldas y sabe mejor que nadie gestionar los momentos delicados. Será en ese juego mental donde la labor del manacorí será fundamental. Alcaraz suele ser más impulsivo, todavía es muy joven, y tener cerca a alguien con la trayectoria de su compañero le puede hacer elevar su nivel.

En el murciano tendrá la misión de poner en liza su fabuloso juego explosivo e ingenioso, además de su gran derroche físico que permitirá a la pareja española ser competitiva ante cualquier tipo de escenario.

Nadal y Alcaraz deben ir paso a paso. Su siguiente reto llega este martes 30 de julio frente a la pareja neerlandesa Griekspooor-Koolhof en el que será un duelo muy complicado. El primero de ellos buscará la venganza después de caer eliminado frente a Alcaraz en el cuadro individual. La emoción está servida.