En los Juegos Olímpicos de París 2024, es común observar que en ciertos deportes de combate, como el boxeo, se otorgan dos medallas de bronce en lugar de una. Esta particularidad se aplica a cinco disciplinas: boxeo, judo, taekwondo, lucha libre y kárate (este último no incluido en esta edición). La pregunta surge entonces: ¿por qué se premia a cuatro atletas en lugar de a tres en estos deportes?
La tradición de otorgar dos medallas de bronce tiene sus raíces en los Juegos Olímpicos de 1952, siendo el boxeo el primer deporte en adoptar esta práctica. La razón principal detrás de esta decisión es el formato de la competición y el sistema de repesca que se implementa a partir de los cuartos de final.
En los deportes de combate, todos los combates antes de los cuartos de final son eliminatorios. Sin embargo, una vez alcanzada esta fase, los ganadores avanzan a las semifinales.
Los vencedores de las semifinales compiten por el oro y la plata en la final, mientras que los perdedores tienen una segunda oportunidad gracias a la repesca, que es un cuadro paralelo de la competición.
Este sistema de repesca permite que los atletas que han perdido en las semifinales oficiales tengan la oportunidad de competir nuevamente, enfrentándose a los ganadores de la repesca para determinar los dos medallistas de bronce.
En el caso del boxeo, el proceso es más directo: los dos semifinalistas que pierden sus combates reciben automáticamente la medalla de bronce, sin necesidad de un combate adicional para decidir el tercer puesto. Esta regla simplifica el calendario de pruebas y reduce el número de combates necesarios.
La implementación de esta norma tiene varias ventajas. Por un lado, reconoce el alto nivel de competencia que existe en estas disciplinas, donde alcanzar las semifinales ya es un logro significativo. Por otro, permite una distribución más justa y equitativa de las medallas, considerando que las diferencias entre los semifinalistas suelen ser mínimas.
Este formato también añade un elemento de emoción y estrategia a las competiciones, ya que los atletas saben que una derrota en las semifinales no significa el fin de sus posibilidades de medalla. Además, otorga una mayor oportunidad de reconocimiento y recompensa a los deportistas, destacando su esfuerzo y dedicación.
En resumen, la concesión de dos medallas de bronce en los deportes de combate en los Juegos Olímpicos es una tradición que busca reconocer y premiar el esfuerzo de un mayor número de atletas.
A través del sistema de repesca y las semifinales, se garantiza que los competidores tengan múltiples oportunidades de demostrar su habilidad y perseverancia, asegurando que el podio refleje de manera más justa el nivel de competencia presente en estos deportes.
Así, cada edición de los Juegos no solo celebra a los campeones, sino también a aquellos que, con su valentía y determinación, se han ganado un lugar en el podio olímpico.