Julien Alfred (10 de junio de 2001, Ciceron, Santa Lucía) ha escrito su nombre en los libros de historia al convertirse en la primera medallista olímpica de Santa Lucía, y no cualquier medalla, sino la de campeona de los 100 metros lisos en los Juegos Olímpicos de París 2024.
Esta notable hazaña no solo la coloca en el panteón de los grandes velocistas, sino que también pone a su pequeño país caribeño en el mapa deportivo mundial. Pese a no ser el país más pequeño o de menos habitantes en lograr una medalla olímpica, incluye a Santa Lucía entre las grandes cunas de los grandes velocistas, muchos de ellos países caribeños cercanos.
Desde una edad temprana, Alfred mostró una aptitud notable para la velocidad, corriendo contra los chicos en su escuela primaria, donde fue descubierta por un bibliotecario que vio su potencial. Sin embargo, su camino hacia la gloria olímpica no fue sencillo.
Santa Lucía, una pequeña nación insular en el Caribe con una población de aproximadamente 180.000 habitantes, nunca había logrado una medalla olímpica antes de la victoria de Alfred este histórico 3 de agosto de 2024.
Julien perdió a su padre a los 12 años, un golpe duro que casi la aleja del atletismo. No obstante, con el apoyo de su primer entrenador de club, retomó su entrenamiento y comenzó a destacar en competiciones juveniles. A los 15 años, ya era campeona de Centroamérica y el Caribe Sub-15 y fue nombrada Deportista Juvenil del Año en Santa Lucía en 2015 y 2017.
Con recursos limitados y una infraestructura deportiva modesta, los jóvenes talentos como Alfred deben buscar oportunidades en el extranjero para desarrollar sus habilidades, muchos de ellos saltan a la cercana Jamaica que posee una infraestructura, cultura e historia deportiva idónea para los velocistas.
Para aumentar su potencial, Alfred dejó Santa Lucía para asistir a la St. Catherine High School en Jamaica, un país conocido por su prolífica producción de velocistas. Allí, bajo una estructura más competitiva y con entrenadores de alto nivel, Julien comenzó a afinar su talento. Esta etapa fue crucial para su desarrollo, permitiéndole obtener la plata en los Juegos Olímpicos de la Juventud en 2018.
Salto a EE. UU.
Su talento pronto la llevó a los Estados Unidos, donde se inscribió en la Universidad de Texas. Bajo la tutela del entrenador Edrick Floréal, también conocido como "Coach Flo", Alfred explotó.
Floréal no solo actuó como entrenador, sino también como mentor y figura paterna, ayudándola a desarrollar una mentalidad ganadora y a manejar la presión de las grandes competiciones.
Desde niña, Julien Alfred soñaba con ser la primera medallista de oro de Santa Lucía. Este sueño impulsó cada uno de sus entrenamientos y competencias. Su victoria en los 100 metros en el Campeonato Nacional de Atletismo de la NCAA y su triunfo sobre la estadounidense Sha'Carri Richardson en una competencia en Hungría fueron señales de que estaba en el camino correcto.
En una entrevista en Olympics hace un año, Alfred expresó su deseo ferviente de rendir al máximo nivel para su país en los Juegos Olímpicos de París 2024. "Tengo muchas ganas de ir a los Juegos Olímpicos y tratar de rendir al máximo nivel para mi país", dijo. Y así lo hizo.
París 2024
En la final de los 100 metros femeninos en París 2024, Julien Alfred sorprendió al mundo al vencer a la favorita Sha'Carri Richardson. Desde la semifinal, Alfred mostró buenas sensaciones, pero fue en la final donde deslumbró.
Con una salida explosiva, Alfred tomó la delantera desde el principio, mientras que Richardson tuvo una mala puesta en acción y solo pudo remontar hasta la segunda plaza.
Alfred cruzó la línea de meta con un tiempo récord nacional de 10.72 segundos, dejando a Richardson en la plata con 10.87 segundos y a Melissa Jefferson en el bronce con 10.92 segundos.
El estadio de Saint Denis, oficialmente Estadio de Francia, ha vuelto a vivir una campanada histórica en la velocidad. Hace 21 años se coronó en los 100 metros masculinos como campeón mundial un caribeño, Kim Collins, de San Cristóbal y Nieves. Este sábado en el mismo escenario emergió Julien Alfred, de la isla de Santa Lucía, para ganar el oro olímpico contra todo pronóstico.
Todo estaba 'preparado' para que Sha'carri Richardson, dominadora estos últimos tiempos de la velocidad, que había logrado un magnífico triplete en los Mundiales de Budapest el pasado año, acabara con el maleficio de Estados Unidos en la prueba.
La victoria de Julien Alfred no solo representa un logro personal, sino también un momento de orgullo nacional para Santa Lucía. Hasta su victoria, Santa Lucía había tenido 31 atletas olímpicos desde su debut en Atlanta 1996, pero nunca había ganado una medalla. La hazaña de Alfred es un testimonio de su dedicación y perseverancia y sirve como inspiración para futuras generaciones de atletas en su país.
Alfred también ha dejado su marca en otras competiciones internacionales. En 2024, ganó el oro en los 60 metros en el Campeonato Mundial de Atletismo en Pista Cubierta en Glasgow, estableciendo un tiempo líder mundial de 6.98 segundos. Este triunfo hizo de ella la primera medallista de Santa Lucía en un Campeonato Mundial de Atletismo en Pista Cubierta.
Alfred ha puesto a Santa Lucía en el mapa atlético mundial y ha demostrado que el tamaño de un país no determina la grandeza de sus atletas. Con su victoria, ha abierto un nuevo capítulo en la historia deportiva de su páis y ha inspirado a una nueva generación a soñar en grande y trabajar arduamente para alcanzar sus metas.