Lin Yu-Ting, la boxeadora taiwanesa que ha captado la atención no solo por su habilidad en el cuadrilátero, sino también por la polémica sobre su si se la debe considerar o no una mujer, en función de sus niveles de testosterona y sus cromosomas.
Pero detrás de la polémica hay una historia conmovedora sobre los motivos que la llevaron a iniciarse en el mundo del boxeo. Desde sus inicios hasta la controversia que la rodea en los Juegos Olímpicos de París 2024, la vida de Lin es un testimonio de resiliencia y valentía.
Nacida en una familia marcada por la violencia doméstica, Lin Yu-Ting encontró en el boxeo una forma de proteger a su madre. Desde joven, fue testigo del maltrato que su padre infringía a su madre, y decidió aprender a boxear para defenderla.
En una entrevista con Liberty Times en 2013, Lin reveló que tenía solo 17 años cuando tomó la decisión de dedicarse al boxeo por esta razón. Su entrenador, Zeng Ziqiang, confirmó que Lin empezó a entrenar porque quería proteger a su madre.
El camino de Lin en el boxeo no fue fácil. A pesar de la oposición inicial de su madre, quien temía que el deporte interfiriera con sus estudios, Lin persistió. Inspirada por él anime 'The First Divine Fist', que narra la historia de un niño que aprende a boxear para defenderse de los matones, Lin encontró en el boxeo no solo una vía de escape, sino una pasión.
Su talento y dedicación pronto dio frutos. Ganó la medalla de oro en el Campeonato Mundial Juvenil de Boxeo Femenino, lo que le valió una beca educativa de 40.000 dólares taiwaneses. Con este dinero y sus futuras ganancias, Lin apoyó a su madre y a su familia, especialmente después de que su padre las abandonara.
Lin Yu-Ting se convirtió en dos veces campeona mundial y ganó medallas de oro en los Campeonatos Asiáticos de Boxeo en 2017 y 2019. Sin embargo, su carrera no estuvo falta de desafíos. En los Juegos Olímpicos de Tokio 2021, participó por primera vez, pero perdió en la ronda de 16.
La mayor controversia surgió en 2023, cuando Lin fue descalificada del campeonato mundial en Nueva Delhi por no cumplir con los criterios de elegibilidad de género establecidos por la Asociación Internacional de Boxeo (IBA). Aunque los detalles específicos del fallo no se hicieron públicos, la decisión generó un debate significativo en la comunidad del boxeo y en los medios de comunicación.
La asociación aseguró que tenía una ventaja competitiva y la consideró de género no definido tras hallar niveles de testosterona superiores en un test hormonal. Fue descalificada a la vez que la boxeadora argelina Imane Khelif, a la que acusaron de lo mismo.
La razón por la que se tomó esta decisión fue que la realización de un estudio biológico que supuestamente determinó que sus cromosomas eran XY (las mujeres normalmente tienen dos cromosomas X, mientras que los hombres normalmente tienen un cromosoma X y uno Y).
A pesar de la controversia, Lin se clasificó para los Juegos Olímpicos de París 2024. En su debut, se enfrentó a la uzbeka Sitora Turdibekova en una pelea muy esperada, que ganó cómodamente.
Sin embargo, la polémica continuó cuando Turdibekova se negó a estrechar la mano de Lin, lo que muchos interpretaron como una protesta contra la participación de Lin debido a su historial de elegibilidad de género.
La situación de Lin en los Juegos Olímpicos atrajo apoyo y críticas. La presidenta de Taiwán, Tsai Ing-Wen, expresó públicamente su apoyo, calificando a Lin como una luchadora valiente frente a los desafíos, según recoge el diario Daily Mail.
Tsai, la primera mujer presidenta de Taiwán, enfatizó que una victoria de Lin sería un honor para el país. Por otro lado, el Secretario General de la Oficina Presidencial de Taiwán, Pan Men-an, condenó la humillación y los insultos a los que Lin había sido sometida debido a su apariencia y las controversias pasadas.
A lo largo de su carrera, Lin Yu-Ting ha demostrado una fortaleza inquebrantable tanto dentro como fuera del ring. Inspirada por su héroe, el legendario boxeador ucraniano Vasiliy Lomachenko, Lin ha seguido luchando no solo por títulos y medallas, sino también por su dignidad y la de su familia.
Su historia resuena con muchos, no solo como una atleta de élite sino como una persona que ha enfrentado y superado adversidades significativas. La valentía de Lin en el ring es igualada por su coraje fuera de él.
Tanto Lin Yu-Ting como Imane Khelif se han convertido en protagonistas de estos Juegos Olímpicos por razones muy alejadas a las deportivas y son la prueba que el deporte aún tiene que resolver y definir situaciones como estas.
Ambas boxeadoras están vetadas por la Asociación Internacional de Boxeo, pero cuentan con el visto bueno del Comité Olímpico Internacional dado que cada organismo tiene sus propias restricciones y criterios para permitir o no competir a un deportista.