La tierra de Roland Garros ve por segunda vez enfrentarse a Carlos Alcaraz y Novak Djokovic. Ahora en el marco de la final de los Juegos Olímpicos. El español quiere conquistar el oro a la primera que se le presenta la oportunidad y el serbio en la última que tendrá para hacerse con el gran triunfo que le queda en su carrera. El espectáculo está servido.

Es el partido de oro. Hasta ahora, Alcaraz y Djokovic se han medido en seis ocasiones y se reparten los duelos por igual. Tres triunfos para Carlitos, incluidas dos finales de Wimbledon seguidas, y tres para Nole, contando unas semis de Roland Garros y otras de las ATP Finals.

Alcaraz llega a la final acumulando 332 minutos más sobre la pista que su rival. Estas casi seis horas de juego por encima de su rival se justifican con la presencia del español en la competición de dobles, junto a Rafa Nadal, en la que jugó tres rondas y acumuló 352 minutos. Djokovic, por su lado, ha pasado por más problemas físicos esta temporada y por momentos no se le ha visto al cien por cien en París.

El hambre voraz de Alcaraz le hace no conformarse con el podio olímpico en su debut en el torneo. Tiene asegurada, al menos, la plata, pero él lo que quiere es el oro. Es la gran esperanza del tenis español y, fiable como pocos en el deporte para su edad, quiere dar una alegría al medallero de su país. Llega a París encadenando los títulos de Roland Garros y Wimbledon, sumando un total de cuatro Grand Slam con apenas 21 años. El oro espera para llegar a sus vitrinas.

Carlos está disfrutando al máximo su primera experiencia olímpica. En la Villa ha sido y está siendo de las figuras más mediáticas y, aunque no haya acabado en éxito, ha vivido junto a su ídolo, Nadal, la que será su última aventura en los JJOO. Alcaraz puede honrarle dando a España su tercer oro olímpico en tenis, el segundo en individuales tras el de Rafa en Pekín 2008. El manacorí también fue campeón en dobles, en Río 2016, formando pareja con Marc López.

Djokovic afronta el partido siendo el finalista más veterano y también su despedida olímpica. A sus 34 años y 74 días, llega por fin a la final en los quintos JJOO que disputa. Sólo Serena Williams y Roger Federer, desde 1988, habían logrado pelear por la corona olímpica con más de 30 años.

Aún así, Nole tiene el récord de triunfos olímpicos individuales y busca el que sería el más especial de todos: el decimonoveno. Para este 2024, el tenista serbio había puesto en lo más alto de su lista de objetivos alzarse con el gran éxito que le queda en su extensa carrera deportiva. La vez que más cerca se quedó fue cuando se colgó el bronce en Pekín 2008.  En Londres 2012 perdió en semifinales ante Juan Martín del Potro, quien también lo eliminó en la primera ronda en Río 2016. En Tokio 2020, cayó en semifinales ante Alexander Zverev, el vigente campeón, y luego perdió frente al español Pablo Carreño en el partido por el bronce.

El partido de oro

"Intentaré hacer lo mismo que hago siempre. Es una final, un momento muy importante de mi vida para mí y para todos los españoles. Pero intentaré pensar en que es un partido más. El objetivo desde el principio de año era lograr el oro", dijo en la previa un Alcaraz que desde principios de año anunció que en París iría a por el premio máximo.

La tierra de Roland Garros se le da bien, como se vio en los siete partidos que jugó este año hasta llevarse el título. La final, contra Zverev, se fue a cinco sets, pero la acabó ganando Carlitos remontando un resultado en contra: 6-3, 2-6, 5-7, 6-1 y 6-2. Djokovic, campeón en 2023 venciendo a un tocado Alcaraz en semis, se retiró en la última edición antes de jugar los cuartos de final contra Casper Ruud.

"Este año me ganó en Wimbledon, pero las circunstancias son diferentes. Creo que estoy mejor que en Wimbledon. En cualquier caso, mi país ya tiene una medalla más. Pero he esperado veinte años para esto y lo quiero aprovechar", dijo Djokovic sobre su duelo contra Alcaraz nada más sobreponerse al italiano Lorenzo Musetti en el partido de semis.

La final de Wimbledon 2024 es el último precedente entre ambos. La superioridad de Alcaraz fue evidente, y no solo por el resultado. Fue un reflejo de lo que se está viendo todo este año con estadísticas poderosas de Carlos como su 84% (47/56) en puntos ganados con el primer saque o su 60% (18/30) de puntos ganados restando al segundo saque. Aquel día Djokovic deslució como pocas veces se le recuerdan en el All England Club, y menos en una final, y tiene ganas de revancha.

Alcaraz es el cuarto tenista español en disputar una final individual masculina olímpica. Con 21 años y 91 días, es el jugador más joven en luchar por el oro olímpico desde que el tenis regresó al programa olímpico en Seúl 1988. Ha superado el récord de juventud del suizo Marc Rosset en Barcelona 1992 y podría incluso superar el de Vincent Richards en París 1924, en caso de proclamarse campeón.

Djokovic, por su parte, busca un lugar junto a las leyendas Andre Agassi, Rafa Nadal, Serena Williams y Steffi Graf, los únicos en ganar los cuatro Grand Slam y una medalla de oro olímpica. El chico de oro contra la leyenda de oro se ven las caras en la final soñada por todos en los Juegos de París.