Los 'Hispanos' alargaron su aventura en los Juegos de París, consiguieron una sufrida victoria contra Croacia en el último suspiro, con un gol de Aleix Gómez que les permitió conseguir la tercera plaza de su grupo y evitar así al fantasma de Dinamarca, la potente campeona del mundo.
Lo harán contra el Egipto de Juan Carlos Pastor, exseleccionador español, que acabó segunda en un grupo muy fuerte, pero contra quien hay más opciones de alargar la aventura en Lille, donde sigue el torneo olímpico, con opciones de hacer algo importante.
El empate que había conseguido el croata Ivan Martinovic, el mejor de su equipo, a falta de 16 segundos para el final, servía a España para seguir adelante, pero colocaba por delante a los daneses. Pero la reacción fue inmediata y Aleix reaccionó a tiempo para conseguir el triunfo y mejorar la trayectoria del equipo.
España tiene ahora por delante la perspectiva de un duelo contra un rival potente, bien trabajado por Pastor, que solo perdió frente a la campeona del mundo y concedió en el último segundo un empate contra Francia, la campeona olímpica. Un gran premio para una España que ha tenido un recorrido olímpico irregular, pero que ha sabido aferrarse a sus opciones para proseguir la aventura.
Había prometido mejoras el seleccionador, Jordi Ribera, con el rodaje y se notaron ante Croacia, una selección con mucha contundencia, mucho músculo en el campo, pero menos movilidad, lo que otorgó a los 'Hispanos' la ocasión de correr, de meterle vatios al partido, lo que acabó por dar resultado en el primer tiempo.
España aprovechó una superioridad numérica a los 10 minutos para poner la directa, endosar a Croacia un 3-0 que puso una renta de cuatro goles, con alguna opción incluso de colocarse con cinco, si Alex Dujsheaev no hubiera marrado un buen tiro. La reacción croata no se hizo esperar y fue en forma de un 4-0 impulsado por Ivan Martinovic, que igualó el duelo al borde del ecuador.
Pero los 'Hispanos' reaccionaron tras un tiempo muerto y de nuevo pusieron tierra de por medio, con velocidad y la movilidad de Kauldi Odriozola, pero sobre todo cerrando huecos en defensa, lo que dejó a Croacia cinco minutos en el dique seco y volvió a situar a España con cuatro de ventaja a falta de 10 minutos para el descanso.
Zozobra croata
Croacia se enredó en el ataque, le costaba marcar, Pérez de Vargas desesperó a los lanzadores balcánicos y la ventaja se fue a los cinco goles a falta de cinco minutos, una renta que los españoles supieron conservar hasta el descanso.
El segundo tiempo fue otra historia. España salió pesada, anquilosada, sin ideas ni potencia, como si la frescura del primer tiempo se hubiera quedado en el vestuario. Siete minutos tardaron en estrenarse, aunque en defensa seguían creando dificultades a los croatas, que se colocaron a dos.
El duelo entró en una fase más lenta y tediosa, ya no se corría, los ataques eran estáticos y en el cuerpo a cuerpo Croacia sufría menos. En el 42 llamaron a la puerta del marcador, 23-22, había que tirar de personalidad.
Los 'Hispanos' no supieron sacar partido de una nueva exclusión de Mihic y el duelo entraba en una situación incierta, con el precipicio de la eliminación amenazando a ambos bandos, solo con ligeras ventajas españolas.
Maqueda falló un disparo que hubiera supuesto un más 3 para España a falta de cinco minutos y Nacinovic dejó la renta en uno. El duelo entraba en una ruleta rusa, todo podía pasar, la derrota de España, el empate que te condenaba a jugar con Dinamarca o el triunfo que te cruzaba con Egipto. Salió el triunfo que despeja algo el camino y aclara un poco el sueño de las medallas.