Los Juegos Olímpicos son, por antonomasia, el mayor evento deportivo del mundo. Dos semanas en las que todas las disciplinas buscan a sus nuevos campeones y referentes. Entre todas ellas destaca el atletismo, especialmente la modalidad de los 100 metros lisos. Una prueba icónica que otorga el privilegio de poder ser la persona más rápida del planeta.
Han pasado 15 años desde que Usain Bolt pusiera el listón en 9,58. Una marca que no llegó en unos Juegos Olímpicos, es cierto, pero que desde entonces se mantiene como la mejor de la historia. El atleta jamaicano nunca tuvo rival mientras competía y tampoco tiene de momento a nadie que se le acerce una vez confirmara su retirada.
Bolt dijo adiós y en Tokio 2020 fue el italiano Marcell Jacobs quien le recogió el testigo. Eso sí, lejos lejos del récord mundial. El deportista transalpino llega a la cita parisina como vigente campeón de Europa, pero no parte entre los favoritos para hacerse con el oro en los Juegos.
Se busca un relevo claro para ser el hombre más rápido de la tierra y en estos Juegos Olímpicos se presentan dos grandes candidatos a ello: Noah Lyles y Khishane Thompson. El primero es el vigente campeón del mundo y el segundo llega con la mejor marca del año. Un duelo que se presenta apasionante entre el estadounidense y el jamaicano.
Rival a batir
Noah Lyles será uno de los grandes favoritos al oro. A sus 27 años, el estadounidense ha sido el el corredor más regular desde la retirada de Usain Bolt en 2017. Campeón mundial de 100, 200 y 4x100 en el Mundial de Budapest el año pasado, va a intentar ese mismo triplete en París.
Es decir, va a intentar ser el Bolt de Pekín 2008, al menos en oros, porque difícilmente el jamaicano va a perder alguno de sus récords en París. Y quiere una cuarta carta, el relevo 4x400, pero no está claro que le dejen.
"Cuando me retire quiero haber conseguido dejar el atletismo en un nivel más alto del que tiene hoy. Tengo la velocidad, la personalidad, el sentido del show y del marketing que se necesita", apuntó en una entrevista a 'Time'.
Lyles debutará en 100 metros en unos Juegos Olímpicos. En Tokio disputó la prueba de 200 y logró un bronce que le dejó un sabor agridulce. Todo el mundo esperaba un oro que no acabó llegando. La cita olímpica fue un claro punto de inflexión y a partir de ahí se mostró intratable.
La mejor marca del año
Noah Lyles está muy confiado para reinar en París, pero tendrá delante a un Khishane Thompson que llega con muchas expectativas. Nadie ha corrido más rápido que él en 2024 y tiene argumentos de sobra para colgarse el oro este domingo 4 de agosto.
Hasta el pasado septiembre Thompson no había bajado de los 10 segundos. Sin embargo, todo cambió hace apenas un mes al rebajar de un mordisco 36 centésimas que le dieron la mejor marca del año. Lo hizo en el Campeonato de Jamaica corriendo en 9,88s las series, en 9,84s las semifinales y en 9,77s la final, la mejor marca mundial del año que superaba a los 9,83s que Lyles había logrado en los Trials de Estados Unidos.
El deportista jamaicano buscará devolver a su país a lo más alto del atletismo. A sus 23 años se está convirtiendo ya en un referente de la velocidad mundial. Ya es el noveno más rápido de la historia y su carrera no ha hecho más que dar su pistoletazo de salida. No tiene experiencia olímpica, algo que puede ser perjudicial para él, pero está en todas las quinielas para cruzar en primer lugar la meta.