Katie Ledecky es una de las deportistas más destacadas de todos los tiempos. Nacida el 17 de marzo de 1997 en Washington D.C., esta nadadora estadounidense ha dejado una marca indeleble en la historia de los Juegos Olímpicos.
Conocida por su excepcional capacidad para las pruebas de larga distancia, Ledecky ha acumulado un impresionante total de 14 medallas olímpicas a lo largo de su carrera, de las cuales nueve son de oro, igualando así el récord de la gimnasta soviética Larisa Latynina.
La carrera olímpica de Katie Ledecky comenzó en los Juegos de Londres 2012 cuando, con tan solo 15 años, ganó su primera medalla de oro en los 800 metros libres. Este fue solo el comienzo de una trayectoria llena de éxitos.
En los Juegos de Río 2016, Ledecky se consolidó como una fuerza imparable, llevándose cuatro medallas de oro en los 200, 400, 800 y 4x200 metros libres, y una medalla de plata en los 4x100 metros libres.
La pandemia retrasó los Juegos de Tokio 2020 hasta 2021, pero esto no frenó a Ledecky, quien continuó su dominio en el agua. Ganó dos medallas de oro en los 800 y 1500 metros libres, y dos de plata en los 400 metros libres y el relevo 4x200 metros libres.
En los recientes Juegos de París 2024, Ledecky añadió otra medalla de oro a su colección en los 800 metros libres, convirtiéndose en la primera nadadora en la historia en ganar cuatro títulos olímpicos consecutivos en la misma prueba.
Además, obtuvo una medalla de bronce en los 400 metros libres. Esta hazaña la colocó al nivel de las más grandes deportistas olímpicas de todos los tiempos.
El problema del POTS
A pesar de sus numerosos logros, la carrera de Ledecky ha enfrentado serios desafíos debido a una enfermedad rara conocida como el síndrome de taquicardia ortostática postural (POTS, por sus siglas en inglés).
Este trastorno del sistema nervioso autónomo afecta funciones corporales que no requieren pensamiento consciente, como la presión arterial y la frecuencia cardíaca. Ledecky empezó a notar síntomas extraños en 2015 durante el Campeonato Mundial en Kazán, Rusia.
Después de una cena, se sintió acalorada y mareada, y al volver a entrenar, experimentaba días de extrema fatiga. A veces, solo caminar la mareaba. Tras varios estudios médicos, fue diagnosticada con POTS, una condición que provoca síntomas al cambiar de posición, especialmente al pasar de estar acostada o sentada a estar de pie.
El POTS provoca que Ledecky acumule sangre en los vasos sanguíneos por debajo del corazón cuando se pone de pie, lo que obliga a su cuerpo a liberar más norepinefrina o epinefrina, añadiendo estrés a su corazón y provocando mareos, desmayos y agotamiento. Esta condición ha sido un desafío continuo para ella, pero Ledecky no ha permitido que la detenga en la búsqueda de sus objetivos.
Ledecky ha adoptado varias estrategias para manejar su condición y continuar compitiendo al más alto nivel. Mantiene un régimen de entrenamiento constante, ya que el ejercicio, particularmente la natación, es uno de los tratamientos más efectivos para el POTS. La natación ayuda a mantener estable su presión arterial y mejora su circulación sanguínea, fortaleciendo su corazón y músculos.
La hidratación también juega un papel crucial en su manejo del POTS. Ledecky se asegura de beber al menos 2 a 2.5 litros de agua al día para mantener su presión arterial y volumen sanguíneo en niveles adecuados. Además, evita el alcohol, que puede deshidratarla y empeorar sus síntomas.
El consumo de sal es otra parte importante de su régimen. La sal ayuda a retener líquidos y a contrarrestar el exceso de norepinefrina. Las personas con POTS a menudo necesitan consumir entre 3.000 y 10.000 miligramos de sal al día, mucho más que el límite recomendado para la población general.
El apoyo de su equipo médico y su entorno cercano ha sido fundamental para Ledecky. Desde su diagnóstico, ha trabajado estrechamente con especialistas que entienden su condición y pueden personalizar sus entrenamientos y tratamientos. Su madre, por ejemplo, la recuerda constantemente la importancia de mantenerse hidratada y consumir suficiente sal.
Cada vez que se siente enferma o baja de energía, Ledecky revisa mentalmente si está cumpliendo con su régimen de hidratación y sal, y si está evitando el calor, otro desencadenante de sus síntomas. Además, es muy cuidadosa con su salud, sabiendo que una infección viral puede agravar el POTS.
A pesar de los desafíos, Ledecky ha mantenido una actitud positiva. Al principio no hizo pública su enfermedad porque no quería que definiera su narrativa antes de los Juegos de Río 2016.
Ahora, después de casi una década viviendo con POTS, se siente cómoda hablando abiertamente sobre su condición. Reconoce que, aunque no fue la mejor noticia recibir el diagnóstico, le ha ayudado a estar más sintonizada con su salud, lo cual es un aspecto positivo a medida que envejece en el deporte.
Katie Ledecky continúa entrenando con la esperanza de competir en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028. A sus 27 años, sigue siendo la mejor nadadora de larga distancia del mundo y una inspiración para muchos, demostrando que con determinación y manejo adecuado, es posible superar grandes obstáculos y alcanzar metas extraordinarias.