Bruna Alexandre, la atleta paralímpica que compite en unos JJOO: "El deporte es el camino a la inclusión"
Superando barreras y rompiendo estereotipos, esta palista de tenis de mesa escribe una nueva página en la historia del deporte olímpico.
6 agosto, 2024 13:24Bruna Alexandre, una talentosa jugadora de tenis de mesa de Brasil, ha marcado un hito en la historia del deporte al convertirse en la primera atleta paralímpica de su país en competir en los Juegos Olímpicos y Paralímpicos en el mismo año.
Esta hazaña es el resultado de años de arduo trabajo, perseverancia y un sueño que parecía inalcanzable cuando comenzó a jugar a los siete años.
Nacida en Criciúma, una ciudad en el sur de Brasil, Bruna perdió su brazo derecho poco después de nacer debido a un coágulo de sangre. Sin embargo, nunca permitió que su discapacidad definiera su vida.
Cuando un entrenador local le sugirió unirse a las prácticas de tenis de mesa a las que asistía su hermano, Bruna se sintió inmediatamente atraída por el deporte. "Al principio fue muy difícil sacar con un solo brazo. Pero después de un año, me adapté, y hoy mi saque es uno de los puntos más fuertes de mi juego", recuerda con orgullo.
A los 13 años, Bruna descubrió la modalidad paralímpica del tenis de mesa, lo que le abrió nuevas oportunidades y desafíos. Su debut en los Juegos Paralímpicos de Londres 2012 marcó el inicio de una carrera impresionante que la ha llevado a ganar cuatro medallas paralímpicas, incluidas dos en los Juegos de Río 2016 y Tokio 2020.
Inspirada por la polaca Natalia Partyka, la primera en competir en los Juegos Olímpicos y Paralímpicos en Pekín 2008, Bruna se propuso seguir sus pasos y finalmente logró clasificar para los Juegos Olímpicos de París 2024.
En París, Bruna y su equipo se enfrentaron a Corea del Sur, el equipo más fuerte del mundo, en la primera ronda del torneo olímpico. Aunque Brasil no avanzó más allá de los octavos de final, la actuación de Alexandre fue ampliamente elogiada.
"No fue el resultado que esperaba, pero estamos muy satisfechos con lo que logramos. No nos rendimos hasta el final", comenta la atleta de 29 años.
El camino hacia este logro no ha sido fácil. Bruna recuerda las largas horas de entrenamiento sin garantías de éxito. "Fueron muchos años intentándolo. Sabía que sería muy difícil clasificar para los Juegos Olímpicos, pero lo conseguí y hoy estoy aquí realizando este gran sueño", expresa en una entrevista.
Su rutina de entrenamiento no solo incluye sesiones intensivas de tenis de mesa, sino también actividades como el skate y la bicicleta para mejorar su equilibrio y condición física.
Historia de superación
La historia de Bruna es una poderosa narrativa de superación y determinación. Su participación en los Juegos Olímpicos es un testimonio de su habilidad y resistencia, y su presencia en París envía un mensaje de inclusión y esperanza.
"Estoy muy feliz de estar aquí y de poder representar a todas las personas con discapacidad de mi país y del mundo. Creo que puede abrir muchas puertas", asegura Alexandre, subrayando la importancia de la inclusión en el deporte.
Con los Juegos Paralímpicos a la vuelta de la esquina, Bruna tiene grandes expectativas. Espera conseguir su primer oro individual en París, donde competirá del 28 de agosto al 8 de septiembre.
"Las mayores esperanzas de medalla están en los Juegos Paralímpicos. Espero conseguir mi primer oro individual y demostrar que la inclusión es posible en todos los niveles del deporte", afirma.
Bruna ha demostrado que los sueños, por más inalcanzables que parezcan, pueden hacerse realidad con trabajo duro y dedicación. "Nunca renuncies a tus sueños, independientemente de si tienes una pierna o un brazo. Cree que todo es posible", concluye, mirando hacia un futuro donde la inclusión sea la norma y no la excepción.
Su historia no solo inspira a otros atletas con discapacidades, sino que también desafía las percepciones sobre lo que es posible en el deporte y más allá. La participación de Bruna en los Juegos Olímpicos y Paralímpicos simboliza un paso significativo hacia una mayor inclusión y equidad en el deporte, mostrando que la determinación y el talento pueden superar cualquier barrera.
En el bullicio olímpico de París, Bruna Alexandre se erige como un faro de esperanza y un ejemplo de lo que significa nunca rendirse. Su viaje es un recordatorio de que, con el apoyo adecuado y la actitud correcta, cualquier sueño puede hacerse realidad.
"Espero que algún día esto sea algo normal en el mundo: una persona con discapacidad jugando contra alguien que tiene los dos brazos, independientemente de su discapacidad", dice Alexandre, mirando con optimismo hacia un futuro más inclusivo en el deporte y en la sociedad.