España volvió al podio olímpico de la natación artística. No lo pisaba desde hacía doce años, cuando todavía era la 'sincro', y Ona Carbonell era la gran estrella del equipo. Este miércoles se puso fin a la racha, con un bronce que dejó claro que España regresa a lo más alto del panorama internacional en la natación artística.
Un retorno que confirmó el 'sabor español' que tuvieron la medalla de plata que conquistó Estados Unidos, entrenada por Andrea Fuentes, y el oro de China, que dirige la exseleccionadora española Anna Tarrés.
Curiosamente, ambas fueron integrantes, como la ya mencionada Carbonell, del equipo español que se colgó la plata en Londres y que ya tienen sucesor en el conjunto que logró este miércoles en París el bronce.
Un metal que premió la fortaleza mental de un grupo que, perjudicado por la decisión, nada habitual, de revisar las puntuaciones de Estados Unidos y Japón en la rutina libre, pasó de tener casi encarrilado el podio a verse inmerso en una intensa batalla con norteamericanas y asiáticas por las medallas.
Duro golpe que pareció afectar a las pupilas de Mayuko Fujiki que en la segunda de las tres jornadas en las que se dividió la final, la dedicada a la rutina libre, se vio claramente superado Estados Unidos, que puso rumbo hacia la medalla de plata, que finalmente acabó conquistando.
Una circunstancia que condenó al equipo español a tener que conformarse con pelear por la medalla de bronce con Japón, ya que el oro parecía propiedad de la inalcanzable China, en una jornada final en la que las españolas partían con 10,0822 puntos de ventaja sobre las niponas.
Pero el equipo español, como señalaba el nombre de su ejercicio acrobático "One shot, one opportunity", no estaba dispuesta a dejar pasar la ocasión de subir a un podio olímpico que se le resistía desde los Juegos de Londres.
Algo que consciente o insconcientemente parecieron tener los organizadores de los Juegos Olímpicos de París, que eligieron a Carbonell, doble medallista de plata en la capital británica, para ser la encargada de dar los tres bastonazos con los que se declaró abierta la jornada de competición.
Un aliciente más para Txell Ferré, Marina García, Lilou Lluís, Meritxell Mas, Alisa Ozhogina, Paula Ramírez, Iris Tió y Blanca Toledano que brillaron como nunca con sus figuras y acrobacias en una mezcla de músicas que fusiono el 'O Fortuna' de Carl Orff con el rap de Eminen y su 'Loose yourself'. Un vibrante ejercicio que obtuvo una puntuación de 267,1200 puntos, que sirvió para mantener la ventaja con las niponas, que solo pudieron alcanzar los 272,5533 puntos.
Anna Tarrés y Andrea Fuentes
Pasado, presente y futuro de la natación artística quedaron reunidos en París. "Con Anna trabajé ocho años y entrenábamos Andrea. También me alegro mucho por las dos", aseguraba Mayuko Fujiki tras la prueba final. "Esto es muy fuerte", decía Tarrés en el box de al lado tras completar con el oro olímpico la aventura que le llevó a dirigir al equipo chino.
Tarrés fue expulsada del equipo español tras los JJOO de 2012 por su metodología. Posteriormente, sería indemnizada por despido improcedente. El último año y medio lo ha pasado al frente del conjunto de China, sobreponiéndose a la dificultad del lenguaje: "Hacía tiempo que no tenía unas mariposas en el estómago como las que he tenido hoy. Sabes que lo tienes, pero viendo que tantos campeones que ya lo tenían han perdido el oro...", señalaba la exseleccionadora española.
Tarrés fue felicitada por el equipo español y abrazada por la que fuera una de sus mejores pupulas, Andrea Fuentes, con quien compartió podio ahora como rivales. "The best coach in the world", señaló Fuentes a la cámara junto a la que fuera su entrenadora en el pasado. Ahora es la alumna la que sigue los pasos de la maestra, de momento con una plata con una selección que hace no tanto estaba fuera de todas las quinielas para los podios. Son los otros rostros de las medallas en la natación artística con un 'sabor español'.