Lo tuvo en la mano, también lo tuvo perdido, pero finalmente la película tuvo un desenlace feliz. La selección femenina de waterpolo se impuso con mucho sufrimiento a Países Bajos y consiguió meterse en la gran final para pelear por la medalla de oro. 

Un gol de las neerlandesas cuando tan sólo restaban siete segundos para llegar al final del tiempo reglamentario forzó la tanda de penaltis para darle todo el drama del mundo al desenlace del encuentro. Países Bajos erró en su quinto lanzamiento y Maica García anotó el quinto disparo para meter a España en la final. 

El inicio de partido fue arrollador. Se esperaba una pelea encarnizada sobre el agua, pero no entraba en los pronósticos ver una diferencia tan grande entre ambos conjuntos tan pronto. 

El primer cuarto de España fue demoledor. Con un 0-3 favorable de parcial las de Miki Oca presentaron sus credenciales. Como si las sensaciones del partido anterior ante Canadá siguieran intactas, la Selección demostró tener una facilidad anotadora espectacular que le llevó a comandar fácilmente el marcador. 

Con el paso de los minutos Países Bajos encontró el camino del gol, pero España no paró de anotar. Un golazo de Judith Forca con un disparo muy lejano sirvió para ponerle el broche de oro a un primer cuarto que terminó con un 1-6 a favor.

Esta inercia se mantuvo también durante el segundo cuarto. Las neerlandesas supieron sacudirse un poco la presión de encima y encontraron el camino del gol, pero fue una reacción insuficiente a todas luces porque al término de este parcial el marcador reflejaba un claro 5-10 para las españolas. 

Elena Ruiz y Judith Forca, celebran con España en las semifinales de los Juegos Olímpicos. REUTERS

Parecía que todo marchaba de manera más o menos plácida para España, pero entonces llegó un tercer cuarto terrorífico. Como si se les hubieran olvidado todos los conceptos, a las de Miki Oca se les bajó la persiana y se vieron completamente superadas por Países Bajos. 

Las neerlandesas comenzaron a reducir la brecha de una manera vertiginosa mientras que España era incapaz de encontrar el camino hacia el gol. Un único tanto en todo el tercer cuarto fue el balance que hizo que todo entrara igualado al último parcial (11-11).

Fue ahí cuando a los dos equipos les entró el miedo a perder. Nadie quería quedarse fuera de la final, todas querían el oro, así que los fallos se multiplicaron en los dos equipos.

España resistió y surcó la mala dinámica que traía como pudo. De hecho, tuvo el partido de nuevo en la mano cuando tomó de nuevo la ventaja en los instantes finales, pero un gol de Países Bajos cuando tan sólo restaban siete segundos para el final forzó el desempate en los penaltis.

En este final de locura, nadie falló hasta que Martina Terré consiguió detener el quinto penalti de las neerlandesas. Tan sólo restaba que Maica García marcara el último lanzamiento, y no falló para meter a España en la gran final. La nueva esperanza de oro de la expedición española emerge desde la piscina.