La joven nadadora paraguaya Luana Alonso, de tan solo 20 años, ha protagonizado uno de los escándalos más sonados de los Juegos Olímpicos de París 2024. En lugar de destacar por sus logros en la piscina, ha captado la atención mediática por su comportamiento fuera del agua, lo que llevó a su expulsión de la Villa Olímpica y desencadenó una serie de críticas y controversias que aún no cesan.
A esta tormenta se suma la inesperada revelación de que el futbolista brasileño Neymar, una de las figuras más icónicas del deporte mundial, la contactó a través de las redes sociales, lo que ha añadido una capa de intriga al ya complejo caso.
Todo comenzó cuando, tras no lograr clasificarse para la prueba de los 100 metros mariposa femeninos, Alonso decidió aprovechar su tiempo en París para disfrutar de la ciudad y visitar Disneyland.
Esta decisión, sin embargo, no fue bien recibida por los dirigentes del Comité Olímpico Paraguayo, quienes alegaron que su comportamiento era "inapropiado" y que su presencia en la Villa Olímpica estaba generando un "ambiente inadecuado" para el equipo.
Según informaciones publicadas en diferentes medios, Luana Alonso no solo se ausentó para visitar el famoso parque temático, sino que también se la vio comprando en tiendas de lujo y cenando en exclusivos restaurantes de la capital francesa.
Las imágenes de Alonso en Disneyland, vestida con un elegante conjunto blanco y unas orejas de Mickey Mouse, con una copa de champán en la mano, fueron compartidas en su cuenta de Instagram, provocando una oleada de críticas.
Sus detractores la acusaron de no tomarse en serio su papel como representante de Paraguay en los Juegos Olímpicos, y de anteponer su deseo de disfrutar de París a su responsabilidad como atleta.
Expulsada de la Villa
La respuesta del Comité Olímpico Paraguayo no se hizo esperar. Camilo Pérez, presidente del comité, lanzó duras críticas a Alonso, insinuando que su comportamiento no era digno de una atleta olímpica y cuestionando su deseo de representar a Estados Unidos, país en el que reside actualmente y para cuyo equipo manifestó su preferencia de competir.
"Ella vino aquí como paraguaya. Tiene que entrenar mucho más para representar a Estados Unidos, sus tiempos tienen que ser mucho mejores", declaró Pérez, haciendo evidente su descontento con la joven nadadora.
Ante la creciente polémica, Luana Alonso no tardó en defenderse. A través de sus redes sociales, negó rotundamente haber sido expulsada de la Villa Olímpica y calificó las acusaciones en su contra como "mentiras".
"Solo quería aclarar que nunca fui expulsada ni echada de ningún lado, por favor, dejen de difundir información falsa", escribió en una de sus publicaciones. Además, aprovechó para anunciar su retiro definitivo de la natación, una decisión que, según ella, había tomado mucho antes de los Juegos de París, y no como consecuencia de los recientes eventos.
El anuncio de su retiro sorprendió a muchos, sobre todo porque Alonso había competido en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 a la edad de 17 años, lo que la posicionaba como una de las promesas del deporte paraguayo.
Sin embargo, sus declaraciones sobre su falta de entusiasmo por representar a Paraguay, así como su deseo de regresar a Estados Unidos, generaron un gran revuelo en su país natal, donde muchos comenzaron a cuestionar su lealtad y compromiso con el deporte y con la nación.
Neymar, en escena
En medio de esta tormenta mediática, Alonso hizo una revelación que tomó a todos por sorpresa: el futbolista brasileño Neymar le había enviado un mensaje directo en Instagram.
Aunque se negó a compartir el contenido del mensaje, la noticia de que una de las estrellas del fútbol mundial se había puesto en contacto con ella no hizo más que aumentar el interés en torno a su figura.
Este episodio, que podría haber sido un simple intercambio en redes sociales, se convirtió en un tema de conversación que atrajo aún más la atención hacia la joven nadadora.
Mientras algunos la critican por su aparente falta de profesionalismo, otros ven en ella a una joven que está explorando su identidad y su futuro en un mundo que no siempre es comprensivo con los errores o las decisiones impulsivas.
A medida que se apagan las llamas de esta polémica, queda por ver qué le deparará el futuro a Luana Alonso. Su retiro de la natación cierra un capítulo en su vida, pero su presencia mediática y las conexiones que ha establecido sugieren que aún tiene mucho que ofrecer, ya sea dentro o fuera del ámbito deportivo.