Cuatro tiples consecutivos, cada uno más deslumbrante que el anterior, sentencian una final sinuosa para Estados Unidos. Todos ellos con el mismo sello, el de Stephen Curry, que fue de menos a más en el partido y emergió en el momento crucial. Todo ello en poco más de dos minutos fascinantes. Es él quien guía al 'Dream Team' al quinto oro consecutivo tras superar (87-93) a Francia.

Habían cumplido los anfitriones con su papel competitivo. Llegaron al último cuarto con opciones de triunfo, pero no lograron responder a los latigazos de Curry que, en un partido voluble para él, acabó con 8 de 12 en triples y su primer oro olímpico. El cuarto para Durant, tercero de LeBron y 17º de Estados Unidos en su historia. 

En la repetición de la final de los Juegos de Tokio, la joven estrella gala, Victor Wembanyama, que lideró a su equipo durante todo el torneo, se tuvo que conformar con acabar como máximo anotador (26 puntos). En un partido en el que también concluyó con la mejor valoración (25) y en el que Francia, todo sea dicho, cayó con orgullo.

Francia quería dar el bombazo de los Juegos, arropada por su gente en el Arena Bercy, que retumba cada vez que suena La Marsellesa. Wembanyama lideraba, aunque en su cabina de mandos había hueco para el madridista Guerschon Yabusele, para el que el público pidió el MVP del torneo. Fue el pundonor cuando parecía agotarse el amor propio de Francia, que soñaba con la proeza. 

La final resulta un regalo para los Juegos. Un duelo soñado entre la anfitriona y la mejor colección de estrellas que la NBA ha podido juntar. No obstante, los galos sueñan con la proeza, tienen argumentos para ello. Especialmente para igualar el aspecto físico. Entran a escena bajo un atronador "Allez les Bleus". En ese momento, las 59 medallas logradas no importan porque la más deseada es esta. 

LeBron James y Stephen Curry celebran la victoria de Estados Unidos en los JJOO. REUTERS.

El inicio de partido, frenético, enseguida refleja el guion de partido a seguir. Con Wembanyama como líder francés. Sorprende el discreto arranque de Curry, héroe estadounidense en semifinales. Aunque todavía quedaba mucha final para ir cogiendo temperatura. Un contundente mate de Coulibaly colocaba un parcial de 10-4 y adelantaba a Francia (25-24) en el arranque del segundo periodo de un partido que contó entre los tres árbitros al español Antonio Conde.

Sin embargo, Estados Unidos se va al descanso con una ventaja de ocho puntos. El joven Wembanyama pronto se da cuenta de que necesita más ayuda para vencer en la batalla final. La encuentra en Yabusele, que se convierte en un coloso en la pintura. Palmea, choca, aguanta y saca puntos para sostener a su equipo. Es ahí cuando Curry comienza a mordisquear su protector bucal. Ya saben lo que eso significa. 

Está a punto de despegar. Anota un triple que rompe el parcial de 8-0 favorable a Francia y toma las riendas de la final para sofocar la revolución francesa e incluso afrontar los últimos instantes con tranquilidad. Estados Unidos vuelve a bañarse en oro. No hay nadie que interrumpa su remojón. Quinto consecutivo, 17º en veinte participaciones. El 'Dream Team' vuelve a ser 'Gold Team'.