Álvaro Martín ha sido uno de los nombres propios de la delegación española en París. El atleta especialista en marcha ha concluido su participación en los Juegos Olímpicos con dos medallas, el oro ganado en la prueba de relevos mixtos junto a María Pérez y la medalla de bronce conseguida en la categoría individual masculina de 20 kilómetros.
Unos Juegos Olímpicos que ha calificado de "increíbles" y cuyo rendimiento valoró como un motivo de "orgullo y satisfacción" al darle dos metales muy valiosos al medallero nacional. Primero ese tercer puesto en categoría individual y después esa ansiada victoria en una prueba en la que tanto Álvaro como María eran claros favoritos.
"Ganar dos medallas es increíble y de la forma que lo hemos hecho tanto María como yo es muy bonito. Veníamos con tres cuartos puestos en los pasados Juegos y regresamos a casa con dos medallas, así que súper orgulloso y satisfecho. Lo más bonito es cuando suena el himno en el estadio de Francia. Es un momento único que ahora lo pienso y parece que ha pasado una eternidad y me gustarla volver a verlo".
Sin embargo, ni siquiera estos éxitos han servido para alejar el foco de lo que realmente todo el mundo espera cuando terminan unos Juegos Olímpicos, que es un análisis de la situación del deporte español y de cada disciplina. Y eso es lo que ha hecho Álvaro Martín quien, desde su humilde opinión, ha dejado una crítica constructiva hacia la Federación Española de Atletismo.
Álvaro publicó un primer mensaje con el que comenzaba su argumentación y con el que dejaba su primera gran aportación: "Mi pequeña reflexión, subjetiva, sobre el atletismo español. Considero, y así lo creo, que tenemos que intentar llevar el máximo de número de atletas posibles (que entren por WR) a las grandes competiciones".
Los criterios actuales
Si hay una cosa que no aprueba en estos momentos Álvaro Martín son los criterios actuales de selección que pone en práctica la Federación Española de Atletismo. Un sistema de elección que siempre ha recibido muchas críticas entre los propios atletas.
Álvaro pone su propio caso como ejemplo de una persona que podría haberse quedado fuera de su disciplina a pesar de tener el nivel suficiente como para estar entre los mejores del mundo. Así lo acreditan sin ir más lejos sus dos metales, incluido ese oro en el relevo mixto.
"La explicación la haré en base a mi ejemplo: con los actuales criterios, no habría ido ni a la mitad de las grandes competiciones desde que debuté con la selección española en los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Es decir, me habría faltado la mitad de mi carrera deportiva".
Una reflexión, que también es una realidad, muy dura, pero que por suerte no ha cambiado la carrera de unos de nuestros mejores marchadores de la historia. Para Álvaro, estos grandes resultados que ha tenido en París, y en los últimos años, son el resultado de tanto tiempo de esfuerzo y competiciones que no trajeron presencias en el podio, pero sí el bagaje que todo campeón necesita.
"Considero que estoy recogiendo los 'frutos' de muchos años atrás… y ganar dos medallas olímpicas son el resultado de asistir a Londres 2012, quedar el 22 en Río 2016, ser el 16 en el Mundial de Pekín 2015… (por poner un ejemplo). ¡Porque se necesita de muchos años para tener solo una oportunidad de brillar! Es así".
Martín es consciente de que elegidos, atletas repletos de un talento especial como puede ser el caso de Jordan Díaz, que en sus primeros Juegos Olímpicos ha ido directo a por el oro, hay muy pocos. Sin embargo, un gran campeón también se cimenta a base de pequeñas derrotas constructivas y que estas no pueden ser borrones en el historial de cara a la elección para unos Juegos Olímpicos.
"Ojalá que fuera todo más fácil y con solo 'debutar' se hicieran grandes resultados… pero la realidad es muy diferente. Por ello, considero que hay que llevar a todos. El debutar o ser semifinalista, puede ser el inicio de un camino en el que al final, después de 12 o más años, te lleve a realizar el gran resultado que estás esperando".
En resumidas cuentas, Álvaro Martín es de la opinión de que hay que ampliar el número de seleccionados, ya no pensando en los Juegos Olímpicos del presente, sino sobre todo en los éxitos del futuro. Ya que la experiencia en este tipo de competiciones es clave para construir una España más fuerte en los medalleros.