Los Juegos Olímpicos de París echan el cierre. Francia dice adiós a dos semanas mágicas llenas de grandes actuaciones que nos han dejado momentos inolvidables. Varios récords mundiales, momentos llenos de epicidad y la sensación de haber sido unos Juegos de nivel altísimo.
España ha estado en la línea de las últimas citas. No ha podido igualar las 22 medallas logradas en Barcelona 92, pero sí que ha dejado grandes momentos. La suerte no ha estado de su parte, con más de 45 diplomas y momentos clave en los que la moneda siempre cayó cruz.
Sin embargo, fueron varios los deportistas que brillaron con luz propia en París. Desde la Selección masculina de fútbol o el waterpolo femenino a nivel de clubes, o las actuaciones individuales de Botín y Trittel en vela, Álvaro Martín y María Pérez en marcha o Jordan Díaz en triple salto, todos ellos con medallas de oro.
De hecho, estos dos últimos serán los encargados de abanderar a la delegación española en la ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos. Un premio después de hacer vibrar a la afición española con unas actuaciones para la historia.
Sin límites
Ambos deportistas, con permiso de Álvaro Martín que logró dos medallas, han sido los encargados de dar las alegrías al atletismo español en esta cita olímpica. Se cayó Ana Peleteiro, una de las grandes favoritas a morder metal, pero ellos no fallaron y cumplieron su papel de claros candidatos a reinar en la capital gala.
María Pérez cerró en París un ciclo excelso. Llegaba a la cita como vigente campeona del mundo y afrontó los Juegos con dos pruebas en las que poder subir definitivamente al olimpo de la marcha. Y lo hizo con creces. Su estreno llegó en la prueba de 20 km en la que logró una valiosísima medalla de plata poniendo en apuros a una inconmensurable Jiayu Yang.
Seis días después volvió a subirse al podio, pero esta vez lo hizo en el cajón más alto al lograr el oro junto a Ávaro Martín en la prueba mixta de marcha. Además, fue ella quien tuvo el privilegio de cruzar la línea de meta. Disfrutó al máximo los últimos segundos y se dio el gusto de celebrar unos metros antes de terminar la prueba. Lo festejó después junto a su compañero descorchando una botella de champán. El colofón a unos Juegos inolvidables.
España lograba un oro más en su medallero y tan solo 48 horas más tarde Jordan Díaz hizo lo propio en la final de triple salto masculino. El español era una de las opciones más claras de medalla para España y no decepcionó lo más mínimo. Tenía ante sí un duelo titánico frente al portugués Pichardo.
Una rivalidad máxima entre los dos mejores saltadores del planeta y que ya vivió un capítulo apenas unos meses antes en el Europeo de atletismo. El luso venció en aquella ocasión, pero no fue así en París. Jordan Díaz tocó la campana de campeón olímpico y lo hizo incluso sin la necesidad de realidad su último salto. Dominio absoluto.
El relevo
María Pérez y Jordan Díaz han brillado en los Juegos Olímpicos y estarán presentes hasta el cierre de la competición olímpica. Ambos tomarán el testigo de algunos de los deportistas más exitosos del baloncesto español.
La encargada de liderar a España en Tokio fue la karateca Sandra Sánchez, en Río 2016 quien tuvo la suerte de hacerlo fue el también el marchista Jesús Ángel García Bragado. En 2012 el legendario Saúl Craviotto, en 2008 Joan Llaneras... Y una gran lista de deportistas.
En París tendrán el privilegio de ser la cara visible del deporte español para poner fin a dos semanas llenas de deporte. María y Jordan pondrán el fin a unos Juegos que, en lo personal, no olvidarán jamás. En el horizonte queda Los Ángeles 2028, pero aún queda un largo camino por recorrer para los dos deportistas.