Conmoción en París después de que una joven de 21 años que trabajó como voluntaria en los Juegos Olímpicos fuera hallada muerta en el piso de otro voluntario, con el que mantenía una relación.
Según recogen medios franceses, la cadena de hechos comenzó el mismo lunes por la tarde. La madre de la víctima no sabía nada de su hija desde ese momento y decidió denunciar su desaparición (que posteriormente fue encontrado cerca del estadio de Saint-Denis).
Alrededor de las 23:00 del lunes, el entorno de la víctima informó a la Policía de un sospechoso mensaje del novio de la chica a sus familiares. Unas horas después, el cuerpo policial entró en el apartamento del chico y lo detuvo con claros síntomas de embriaguez. Estaba en estado de coma ya que había intentado suicidarse al ingestar varios medicamentos.
Una vez encontraron el cadáver de la chica en el domicilio, pudieron observar que tenía un hematoma en el lado izquierdo de la cabeza y una herida en el cuello. El cuerpo de la voluntaria fue trasladado al Instituto Forense de París. Allí se le realizará la autopsia.
Varios testigos de la zona cercana al apartamento donde fue encontrada la víctima fueron preguntados sobre ambos voluntarios, según informa Le Parisien, pero nadie tenía información de lo sucedido. Por el momento se desconocen más datos y tampoco se conoce la identidad de la fallecida y del asesino.
Este suceso ensombrece unos Juegos Olímpicos en los que, por suerte, la seguridad había sido máxima. Existía mucho miedo en la previa por posibles atentados, pero las dos semanas de competición transcurrieron con mucha normalidad.
Queda por ver si la normalidad se mantiene en los Juegos Paralímpicos que se celebran entre el 28 de agosto y el 9 de septiembre. Una cita en la que la delegación española buscará dar muchas alegrías en forma de medallas.