El jugador neerlandés de vóley playa Steven van de Velde ha sido uno de los rostros más polémicos de los Juegos Olímpicos de París 2024. A sus 30 años, este deportista arrastra un oscuro pasado: en 2016 fue condenado en el Reino Unido a cuatro años de prisión por tres cargos de violación a una niña de 12 años, a quien conoció a través de Facebook en 2014 cuando él tenía 19 años. Aunque cumplió un año de su condena y fue liberado en 2017, su participación en los JJOO ha generado un gran revuelo.
En una entrevista con NOS, Van de Velde ha roto su silencio, admitiendo que le sorprendió la magnitud de la controversia que rodeó su participación en París 2024, donde fue eliminado junto a su compañero Matthew Immers en su cuarto partido. El neerlandés confesó que los abucheos y silbidos durante los encuentros, especialmente cuando estaba al servicio, le afectaron profundamente, llevándolo a considerar abandonar los Juegos. Sin embargo, decidió enfrentar a sus críticos y no permitir que le "intimidaran".
"Definitivamente tuve un momento de venirme abajo, tanto antes como durante el torneo. Pero pensé: 'No quiero eso'. No voy a dar a otros el poder de decidir si pueden intimidarme o deshacerse de mí", declaró Van de Velde a NOS.
También criticó duramente la cobertura mediática de su participación en los Juegos Olímpicos, calificándola como "una vergüenza" y acusando a los medios de haber "dañado" a su esposa y a su hijo. "Hice algo mal hace 10 años. Tengo que aceptarlo... Pero lastimar a la gente que me rodea, ya sea Matthew (su compañero), mi esposa, mi hijo... eso es demasiado para mí. Fue un momento en el que pensé: ¿vale la pena?", expresó.
A pesar de su condena, Van de Velde logró reconstruir su vida. En 2022, se casó con la jugadora profesional Kim Behrens, de Alemania, con quien tiene un hijo. Aunque el jugador admite que el revuelo fue considerable, entiende que su pasado suscita cuestionamientos legítimos. "El alboroto fue grande y una pena, pero entendemos las opiniones de los demás. Entiendo que es un problema: ¿se debe permitir que alguien con un pasado así puedo subirse al podio? Ésa es una pregunta legítima", reconoció, refiriéndose a las asociaciones que intentaron impedir su participación en los Juegos y la decisión de prohibirle alojarse en la Villa Olímpica.
Van de Velde explicó que aceptó la prohibición de alojarse en la Villa para "evitar disturbios". A pesar de la controversia, los seleccionadores olímpicos neerlandeses decidieron mantener su convocatoria, argumentando que cumplía con todos los criterios requeridos. Por su parte, Immers, compañero de Van de Velde, defendió la elección de incluirlo en el equipo: "Ya cumplió su castigo. Y ahora es una persona diferente".