La mayor empresa del mundo por valor en bolsa vuelve a la arena de los resultados empresariales. Lo hace con nuevas dudas sobre la sostenibilidad del éxito en mercados maduros como Estados Unidos o Europa, donde parece haber alcanzado un techo en los últimos trimestres, al tiempo que todo el mundo espera una ralentización de sus cifras en China por la propia desaceleración del gigante asiático.
Pero detrás de la evolución de sus grandes cifras, Apple parece estar viviendo una marcha atrás en su estrategia de diversificación de producto. No es porque no consiga venderlos con éxito, sino porque uno de ellos, el iPhone, lo es todo. La dependencia del terminal telefónico en su cuenta de resultados es total.
Planeta iPhone
Cerca de seis de cada diez dólares que ingresa la empresa cada trimestre vienen de él. También aporta la mayor parte del margen bruto sobre ventas que caracteriza a Apple. El iPhone es el producto más rentable de sus líneas de producción: su coste apenas supone un 40% del precio al que se vende; el resto, beneficios. Volverá a ser una de las ratios que más se miren y revisen por los inversores.
Desde que se lanzó en 2007, Apple ha vendido 773 millones de iPhones y esta noche, cuando presente sus cuentas trimestrales (julio-septiembre), superará la barrera de los 800 millones de unidades y los 500.000 millones de dólares en ingresos, según los datos recopilados por EL ESPAÑOL. Con esos números se ha convertido en uno de los mayores negocios de la historia y no ha tenido freno.
Al revés, sus ventas y atractivo entre los consumidores no parecen tener freno, especialmente, entre los consumidores asiáticos y de China, donde su aterrizaje oficial no se produjo hasta 2013. Sin embargo, tras su entrada en el país, Apple batió un récord de 74 millones de iPhones vendidos en el último trimestre de 2014.
¿La estrella del iPad se apaga?
El iPhone se ha hecho tan importante que, con el paso de los trimestres, ha eclipsado al iPad, llamado a convertirse en la estrella de la compañía y cuyo crecimiento tras ser lanzado al mercado en 2010 no ha tenido parangón -en ingresos y unidades- ni por el iPod, ni tampoco por el iPhone.
Pero la tableta de Apple lleva cerca de dos años en tendencia bajista. Marcó su máximo de ventas en diciembre de 2013 tras alcanzar las 26 millones de unidades. Llegó a superar los 10.000 millones de dólares en ventas en sólo tres meses, pero desde entonces ni se acerca a esos niveles.
Apple ha intentado todo por reacelerar la cifra de ventas de este producto, pero no lo consigue. La llegada del iPhone+ -con pantalla de seis pulgadas- ha sido un éxito en todo el mundo, pero al mismo tiempo ha frenado en seco la venta de tabletas entre los fieles y fans de la compañía.
El iPad va camino de repetir los pasos del iPod, cuya longeva existencia -salió al mercado hace quince años- se ha visto canibalizada por las funciones del iPhone, que también permite almacenar y reproducir música. El iPod lleva más de un año fuera de la cuenta de resultados de Apple y su fabricación ha llegado a su fin.
Para Tim Cook, consejero delegado de Apple, el iPad ni siquiera es el segundo producto de Apple. Los Mac (PCs de sobremesa y portátiles) han superado ampliamente en ingresos a la tableta y vuelven a disfrutar de su mejor acogida entre los consumidores en años. Desde 2005, la marca de la manzana ha vendido 1.255 millones de sus clásicos ordenadores con los que revolucionó la informática en los años 80.