Toni Bou: “En este país no se puede practicar trial porque está prohibido”

Es el dios del trial. El pasado fin de semana le bastaba con terminar entre los siete primeros en Chiampo (Vicenza) para proclamarse campeón del mundo por vigésima vez, pero, fiel a su espíritu de superación, también ganó la prueba italiana. Toni Bou (17 de octubre de 1986, Piera, Barcelona) es un superhéroe en la piel de chico de 29 años que creció pegado a un balón de fútbol y a una bicicleta.

“Yo casi no doy gas, y eso es consecuencia de mis años con la bici. Conduzco mucho con el cuerpo y eso significa que aplico gran parte de la técnica que me dio la bici”, explica en su visita a la redacción de EL ESPAÑOL mientras muestra sus habilidades con su inseparable Montesa Cota 4RT. Bou tuvo que emigrar a Andorra hace dos años para poder entrenar y eludir la restrictiva Ley de Montes en España: “Para un piloto que ha ganado 20 títulos de campeón del mundo, es una situación ridícula no poder practicar su deporte porque está prohibido”. Razón no le falta.

Después de ganar 20 títulos de campeón del mundo, ¿se sigue celebrando como el primero?

El primero siempre es muy especial y es una sensación única, pero cada título tiene su historia y sus complicaciones. Este año me lesioné el hombro al principio de la temporada y ha sido muy duro. Tenía muchas ganas de conseguirlo, celebrarlo y desconectar.

¿Cuál fue el más especial?

El primero, porque marca la diferencia y es un momento irrepetible.

¿Y el más difícil de conseguir?

En 2013, porque hubo un cambio de reglamento y al principio no me salieron bien las cosas. Me equivoqué con algún cambio que hicimos en la moto para ese tipo de reglamento y durante la mayor parte del campeonato estuve segundo en la general. Me costó mucho alcanzar el liderato y hasta el último momento no conseguí la victoria.

Usted es un dios del trial, ¿cómo se consigue motivar después de tantos títulos?

Llevo la motivación dentro de mí porque soy un piloto con un carácter supercompetitivo y me gusta mucho mejorar. Al final, el trial es un deporte en el que luchas contra ti mismo y me gusta mejorar cada día. Eso es lo que hace llegar en las mejores condiciones posibles a las carreras e intentar siempre superarme.

Cuando llega la nueva temporada y empieza la competición, ¿qué cree que piensan sus rivales?

Cada uno juega sus cartas como puede, porque todos los deportistas lo que buscamos es la victoria. En mi caso, siempre intento mantenerme arriba y ganar todo lo que se pueda, pero siempre con deportividad.

Como el pasado sábado con Adam Raga, su rival, que estuvo a punto de caerse y usted fue el primero en socorrerle.

El trial, como todos los deportes de motor, tiene su parte de riesgo y nos intentamos ayudar entre todos. Adam es un gran rival y estaba en un buen apuro.

¿Ha recurrido alguna vez a algún psicólogo deportivo para mantener la motivación?

Con mi carácter, nunca lo he necesitado. No es una cosa que me acabe de gustar, porque es mejor solucionarlo por ti mismo. No lo necesito porque sé cómo trabajar para llegar bien a las carreras. Cuando tengo problemas, recuerdo los que he tenido anteriormente y cómo he salido de ellos. Estar alegre en las carreras es una de las cosas fundamentales para afrontar bien el fin de semana, con ganas y motivación, por eso me he rodeado de un equipo que he hecho a mi medida y que me sabe asesorar muy bien.

¿Cuál es su próximo reto?

Ahora mi reto es recuperarme del hombro al 100% para poder comenzar la próxima temporada en buenas condiciones y poder hacer buenos entrenamientos, porque este año no lo he podido hacer como tocaba por el hombro. De momento, hemos decidido no pasar por el quirófano porque es una operación complicada y tampoco llegaría a tiempo para la primera carrera del Mundial.

Y en el trial, ¿le falta algún récord por batir?

[Risas] Bueno, está el récord de las 99 victorias de Doug Lampkin. Llevo 89 y nos vamos acercando. El año próximo hay cambio de reglamento y de organizadores, así que no sé cuántas carreras habrá. Creo que poquitas, así que veremos cómo va. No me obsesionan los récords. En su día, tenía muchas ganas de superar los siete títulos de Jordi Tarres y Dougie Lampkin, que eran las leyendas del trial. Ese número sí que se me metió un poco en la cabeza, pero después he desconectado del meta de las cifras.

¿No se le pasa por la cabeza cambiar de especialidad?

No, porque me gusta mucho lo que hago, me llena muchísimo y es mi deporte favorito. Cuando las cosas van bien, es mejor no tocarlas. De momento, no tengo ninguna intención de cambiar.

¿Cuánto tiempo lleva viviendo en Andorra?

Llevo casi dos años allí, más o menos.

Usted se instaló allí huyendo de la Ley de Montes de España.

Claro, en este país no se puede practicar trial. Las leyes son muy duras y para un piloto que ha ganado 20 títulos de campeón del mundo es una situación ridícula no poder practicar su deporte porque está prohibido. En Italia y Francia se han creado unas áreas para poder hacer trial y el que se sale de esta zona es multado. ¿Por qué no lo hacen en España? En España hay muchos aficionados que con estas áreas podrían volver a coger la moto. En Andorra el trial se puede practicar libremente, sobre todo en Sant Julià de Lòria, pero siempre respetando la montaña. Y encima entrenar en altura me va muy bien para recuperar.