Fernando Alonso se enfrenta este fin de semana a su segunda prueba del Mundial de resistencia. Será en la mítica carrera de las 24 Horas de Le Mans, en la que tiene la oportunidad de hacer historia.
Si gana, el piloto asturiano no solo se enfundará la segunda victoria de la competición y estará un poco más cerca del triunfo en el Mundial; también puede consagrarse como el segundo español en la historia que gana esta prueba. Desde 1924 y hasta este año, 35 pilotos nacionales distintos han intentado alzarse con el triunfo. Solo Marc Gené, en 2009, logró la victoria en la categoría absoluta.
Además, el piloto asturiano daría un paso más hacia la leyenda de convertirse en la segunda persona que logra la triple corona del automovilismo: el Gran Premio de Fórmula 1 de Mónaco, las 500 millas de Indianápolis (el año pasado iba en cabeza hasta que rompió el motor de su Honda) y las 24 horas de Le Mans. Hasta ahora, solo el británico Graham Hill ha sido capaz de lograrlo.
Este año, Alonso parte como claro favorito para vencer en Le Mans. El piloto asturiano, que comparte coche con el suizo Sébastien Buemi y el japonés Kazuki Nakajima, saldrá desde la pole, gracias precisamente al tiempo que logró su compañero japonés en los últimos entrenamientos (3:15:377 minutos). Su coche, el Toyota TS050 Hybrid, ocupará la primera posición en la salida lanzada que se iniciará el sábado (15.00 horas).
En esta carrera, en la que gana el coche que recorra una mayor distancia en el tiempo establecido, Alonso tiene como máximo rival al otro Toyota, que quedó a tan solo dos segundos de la mejor marca. Ese otro Toyota, dirigido por Conway, Kobayashi y el argentino López, fue su mayor competencia también hace un mes, cuando se celebró la primera prueba del Mundial, las 6 Horas de Spa.
Pero en su debut en el Mundial de resistencia en Spa, Alonso volvió a demostrar que él ha nacido para conducir. El asturiano estuvo a los mandos del coche durante las últimas dos horas y media. Aunque en la última media hora tuvo que sufrir porque un accidente agrupó a todos los coches, Alonso mantuvo su vehículo siempre en la primera posición. Fue su primera victoria desde que en 2013 ganara el Gran Premio de España de F1, su vuelta al primer lugar del podio.
Las 24 horas de Le Mans es la segunda prueba de un Mundial con ocho carreras y que se celebra a lo largo de dos años (las primeras cinco en 2018 y las tres restantes en 2019). Aunque es solo la segunda prueba, ganar en el circuito francés sería dar un golpe encima de la mesa por partida doble, puesto que Le Mans y Spa son los dos únicos circuitos en los que se correrá dos veces a lo largo del campeonato.
Alonso se enfrenta este fin de semana a la gran prueba, a la gran oportunidad para hacer historia. Enfrente tiene 24 horas en las que puede pasar de todo. Aunque las previsiones meteorológicas no dan precipitaciones para la tarde del sábado, el tiempo puede complicarse el domingo. Sin embargo, Alonso se ha mostrado optimista porque él ya ha podido probar el coche lloviendo y de noche, probablemente las condiciones más complicadas.
"La carrera es extremadamente larga y difícil", ha confesado después de lograr la pole, "así que tenemos que ir con mucho respeto. Nunca puedes planear una carrera de 24 horas. Encontraremos cosas inesperadas, pero estamos preparados para cualquier cosa".
El tiempo no es el único problema posible. Le Mans es, por desgracia, sinónimo de accidentes. Toyota nunca ha acabado una carrera en este circuito francés sin sufrir algún percance. De hecho, en el 85% de las ocasiones en las que han participado ni siquiera han conseguido cruzar la línea de meta.
"Sabemos que es una carrera contra Le Mans", ha asegurado Alonso este viernes ante los medios de comunicación. "Acabar y no tener ningún problema es prácticamente imposible". Sin embargo, el piloto asturiano dice estar contento porque su equipo ha hecho "todo lo posible" para preparar la carrera. "Si es suficiente o no, lo veremos el domingo por la tarde".
La estrategia de Toyota
El equipo de Fernando Alonso ha decidido que sea su compañero Buemi el que arranque el coche a las 15.00 horas de este sábado. Él dará las primeras vueltas al circuito de La Sharte y Alonso le hará el relevo a las 18.00 horas. El español también tomará los mandos del coche entre las 00.00 y las 3.00 horas de la madrugada del domingo. Todo esto, claro, si se cumplen los horarios de la prueba. "Si llegan los problemas, hay que sobreponerse y mantener la cabeza fría y solucionarlos".
Más allá de los turnos de conducción, Alonso ha pedido a Toyota que no dé más órdenes para la carrera de este fin de semana. También lo ha pedido el japonés Kobayashi, que pilota el segundo coche de la marca japonesa, para que no haya favoritismos dentro del equipo.