Van Buren: de los eSports a compartir simulador con Fernando Alonso en McLaren

McLaren se prepara para una de las temporadas 'más españolas’ de su historia. Tras la retirada de Fernando Alonso como piloto principal, la escudería ha contratado a Carlos Sainz Jr. para que encabece los éxitos del equipo británico en la Fórmula 1. El MCL33 que pilotó el asturiano por última vez en Abu Dabi el pasado 25 de noviembre, será desechado casi al completo viendo los decepcionantes resultados que cosechó, y el fabricante ha asegurado que hará un monoplaza diseñado desde cero para su flamante nueva pareja de pilotos: Sainz y Norris.

La figura de Fernando Alonso no se desvincula por completo del equipo para el que corría hasta hace un mes. Zak Brown, CEO de McLaren Group, confirmó que el campeón del mundo en 2005 y 2006, continuará como probador, consejero y asesor del equipo, ayudando a Sainz y a Lando Norris el próximo año. Su trabajo estará centrado en la pista. Sin embargo, la competición no espera al domingo, sino que comienza días antes con las pruebas con los simuladores: el gran quebradero de cabeza de los británicos.

El trabajo de Alonso la próxima temporada se presupone fundamental. Durante los últimos años, muchos de los problemas que tuvo la escudería vinieron por el simulador o el túnel de viento. En McLaren llevan tiempo tratando de descifrar qué parámetros son los que emiten datos erróneos sobre las piezas que componen sus coches. Esta información mal clasificada se traduce en la fabricación de un monoplaza que está lejos de los datos que se presuponían según los ordenadores.

Un profesional de eSports, al rescate de McLaren

El equipo buscó al compañero de Alonso lejos el asfalto. Su nombre es Rudy Van Buren (Holanda, 1992) y no es un piloto como otro cualquiera. Aunque se formó como conductor de competición en los karts, el papel que juega en la escudería no tiene que ver con las cuatro ruedas y la pista.

Su talento para conducir al mismo tiempo que pulsa las teclas que incorpora el volante, le llevó a ganar el World’s Fastest Gamer, un concurso organizado por McLaren y que enfrentó durante una semana a 30.000 jugadores de videojuegos profesionales para formar parte de la escudería. Fase a fase, el holandés fue ganándose un puesto en la gran final, para acabar siendo el más rápido y obtener la plaza en un equipo profesional. En la prueba, se valoraban las cualidades de velocidad, conocimientos sobre ingeniería y habilidades para modificar un coche de Fórmula 1.

Van Buren ya sabe lo que es competir hace muchos años. Con 11 años, fue campeón de Holanda de karting en el año 2003 y su futuro era prometedor. Sin embargo, tuvo que dejar las carreras cuando cumplió 16, al no poder hacer frente a los gastos que conlleva el mundo de la competición profesional. Ahora, la victoria en la prueba organizada por McLaren le otorga una segunda oportunidad en el mundo de la velocidad y el premio le llega en la máxima categoría del automovilismo mundial. 

Una temporada clave para refinar el simulador

Desde McLaren esperan encontrar la solución a los problemas que ya arrastran durante varias temporadas. En el ecuador del pasado mundial, los británicos reconocieron que los resultados que arrojaba el túnel de viento no se correspondían con el rendimiento real que ofrecía el monoplaza. 

En el box de la escudería de Zak Brown ya trabajan para incorporar la experiencia en la pista de un bicampeón del mundo con el de un ‘gamer’ profesional. Ambos se encargarán de valorar previamente las mejoras que necesita el monoplaza y cómo afectan a su pilotaje. Unos datos que son fundamentales para entender el comportamiento del coche. 

Para Van Buren, esta oportunidad es algo único: el chico que siempre soñó con ser piloto y que las adversidades económicas parecían impedírselo, ha conseguido llegar a lo más alto, siendo compañero de uno de los grandes pilotos de la parrilla en los últimos años, y todo gracias a los eSports.

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