Fernando Alonso vive una de las semanas más especiales desde que dejó la Fórmula 1. El piloto asturiano se subirá a cuatro coches de competiciones muy distintas en tan solo cuatro días. Desde las dunas de Sudáfrica al óvalo de Indianápolis, el español se subirá a un coche del Dakar, al McLaren F1, al Toyota en Le Mans y, por primera vez, a su nuevo coche para las 500 Millas de Indianápolis en la IndyCar.
"Tengo otros retos fuera de la Fórmula 1 y para ser el mejor piloto del mundo o el piloto más completo del mundo necesito ganar en todas las disciplinas posibles", así se despedía de la F1 Fernando Alonso.
Desde que se bajó del McLaren en el GP Abu Dhabi, el español ha cosechado dos victorias en las 24 Horas de Daytona y las 1.000 Millas de Sebring, dos pruebas emblemáticas de la resistencia que siguen engordando su palmarés.
Verano: momento para el descanso y la reflexión
La segunda carrera del Mundial de Fórmula 1 cuenta con Fernando Alonso como gran invitado al fin de semana. El español ha viajado junto al resto del equipo McLaren, en el que trabaja como asesor, para participar en los test que se celebrarán tras el Gran Premio.
El papel del asturiano se limitará a montarse en el MCL34 y rodar bajo a un programa diseñado por Pirelli que tiene como único objetivo mejorar el rendimiento y desarrollo de los neumáticos. "No tengo ninguna expectativa mas que ayudar y conducir en un circuito exigente. Hace meses que no me subo al F1...", aseguraba Alonso tras conocerse que disputaría el test de Bahrein con McLaren.
El español sigue sin desvelar si su despedida de la Fórmula 1 ha sido para siempre o entre 2020 y 2021 puede haber una ventana para verle de nuevo sentado en un monoplaza. "He tenido la suerte de elegir toda mi carrera el equipo y creo que lo que tengo fuera de la F1 me está haciendo mejor piloto. En F1 todos son muy buenos, pero necesitas el mejor coche", afirma.
El verano es la fecha clave marcada por el dos veces campeón de F1: "El futuro no está decidido. En verano habrá que tomar decisiones. Mi idea es de no volver. Cuando dije adiós es porque sentía que este capítulo estaba cerrado. Volver no está en el plan, pero si hay una buena oportunidad la consideraré. Vi el Gran Premio de Australia muy relajado".
El futuro no está decidido. En verano habrá que tomar decisiones.
La fecha fijada por Alonso no es casual. Por delante, Alonso tiene planificadas tres pruebas más en su calendario: las 6 Horas de Spa-Francorchamps (4 de mayo), las 500 Millas de Indianápolis (26 de mayo) y las 24 Horas de Le Mans (15 de junio).
El sueño de la triple corona y de un segundo título de Le Mans, clave también para alzarse con el campeonato mundial de resistencia, serán decisivos en la decisión de futuro del asturiano.
Las exigencias de Alonso
Si algo ha condicionado la decisión de Fernando Alonso de dejar la Fórmula 1 no ha sido otra cosa que la falta de competitividad. El asturiano ha vivido impotente la crisis de McLaren y, previamente, el dominio de Red Bull y Mercedes sentado en un Ferrari que no logró tampoco un coche lo suficientemente competitivo.
Compita en la categoría que compita, Alonso quiere poder luchar por ganar. Al asturiano ya no lo valen los proyectos a corto o medio plazo. En el WEC o en Daytona ha sido rápido desde el primer momento demostrando una capacidad de adaptación inimaginable hasta ahora.
Las opciones de volver a la Fórmula 1 pasan por dos equipos: Ferrari y McLaren. Los italianos tienen en el punto de mira a Vettel y los ingleses siguen con su revolución en busca de un coche ganador.
Si los del cavallino siguen con su progresión frente a Mercedes y Vettel no cumple con lo esperado, Fernando es para muchos el favorito para sentarse en el monoplaza la próxima temporada.
Volver a McLaren pasa por lo evidente. Los de Woking deben ser fiables, rápidos y acercarse al intocable grupo que hoy en día forman: Mercedes, Ferrari y Red Bull.
Si el futuro de Alonso no está en la Fórmula 1 el panorama se expande hasta el horizonte. Una opción sería renovar con Toyota para disputar otra temporada más del Mundial de Resistencia. El calendario del WEC le permitiría, al igual que esta temporada, disputar otras pruebas de competiciones distintas.
El calendario completo de la IndyCar es otro de los retos que tiene por delante el asturiano. A pesar de que se rumoreó con la opción de que este 2019 compatibilizara IndyCar y WEC, Alonso y McLaren se decantaron por correr únicamente las 500 Millas de Indianápolis, la última joya de la triple corona que tanto ansía Alonso.
Por último, de momento, Alonso ha abierto esta semana una nueva opción de futuro. De la mano de Toyota, ha probado en Sudáfrica el coche con el que Nasser Al-Attiyah ganó el último Dakar. Junto a Giniel de Villiers ha rodado varios días en el Toyota Hilux dejando abierta la puerta a participar en la que para muchos es la prueba de automovilismo más dura del mundo.
"Tendré una larga charla con Carlos Sainz padre, me lo he tomado como un regalo, como cuando probé la Honda de MotoGP. Si decido competir con Toyota, el coche se comportaba bien", comentó. A pesar de la alegría por su nueva aventura, Alonso reconoce que el test no fue un camino de rosas. "No me estoy divirtiendo nada, no soy dueño de lo que hago, no lo disfruto, porque voy pendiente de cosas que no tengo por la mano, es un ejercicio de superación y de ser mejor cada día", aseguró en una entrevista a Movistar+.
[Más información: Fernando Alonso, sobre su nueva etapa: "Los retos que tengo fuera me están haciendo más fuerte"]
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