Cuatro años en McLaren de fracaso en fracaso y seis temporadas de frustraciones en Ferrari a la sombra del dominio de Red Bull primero y de Mercedes después eran demasiado para Fernando Alonso. El asturiano abandonó la Fórmula 1 a finales de 2018, una decisión que el paso del tiempo ha demostrado ser acertada.
El 2019 está siendo un año perfecto para el español. Victoria en las 24 Horas de Daytona de la mano de Chevrolet y victorias en las 1.000 Millas de Sebring y las Seis Horas de Spa-Francorchamps con Toyota. Alonso convierte sus participaciones en victorias algo que refuerza su moral de cara a la gran cita de esta temporada: las 500 Millas de Indianápolis.
22 días para la Indy500
McLaren ha echado toda la carne en el asador para acompañar a Fernando Alonso en su reto de ganar la Triple Corona. Los de Woking han recuperado su equipo en la Indy con un plantel que ha reunido a los mejores al otro lado del charco.
Al contrario que en la primera participación de Alonso en Indianápolis, la escudería británica ha liderado el trabajo junto con Chevrolet que suministrará los motores V6 de inyección directa y doble turbo de 2.2 litros y Carlin, un equipo británico de la IndyCar que le aportará una de sus plazas así como parte de sus ingenieros y técnicos.
El próximo 26 de mayo la cita está clara. Las 500 Millas de Indianápolis guardan un hueco en la historia al asturiano y la oportunidad de seguir construyendo su leyenda en territorio americano.
Desde que llegó en 2017 a disputar por primera vez la emblemática prueba de la IndyCar, Alonso ha logrado hacerse más y más popular en Estados Unidos y durante este 2019 no se ha cansado de repetir que Indianápolis es su gran objetivo esta temporada.
Cerca de la órbita de Toyota
El recital de Alonso bajo la lluvia, el granizo y la nieve de Spa llega la misma semana que la escudería nipona confirmó que el asturiano no seguirá la próxima temporada en el mundial de resistencia. El neozelandés Brendon Hartley ocupará su plaza tras las 24 Horas de Le Mans.
El adiós del español al WEC no significa que se despida de la órbita de Toyota. Los nipones han quedado muy satisfechos con Alonso y en el horizonte está la opción de subirle al coche del Dakar. El próximo Dakar 2020 que se disputará en Arabia Saudí parece el nuevo reto del asturiano aunque, como el mismo asegura, "ganar en la primera participación es un reto casi imposible".
"Lo del Dakar lo tendré que valorar, aún", comentó Alonso durante su encuentro con los medios españoles este jueves en Spa. "Hice un test en Sudáfrica y fue divertido; pero también probé la Moto GP a finales de 2015 o 2016 y nunca me lo plantee. Una cosa es divertirse; y otra cosa es comprometerse a hacerlo lo mejor posible al mas alto nivel", explicó. Participe o no en 2020 lo que parece seguro es que Toyota estaría dispuesto a darle el actual coche ganador del Rally más duro del mundo para que vuelva a hacer historia.
Está claro que como Alonso ha asegurado quiere seguir ganando en más pruebas de automovilismo: "Tengo dos o tres ideas que conoceréis en un par de meses. Continuaré con desafíos en el automovilismo, no sólo en la Fórmula 1", ha asegurado.