El Gran Premio de Fórmula 1 de Singapur se encuentra pendiente de los niveles de contaminación del aire debido a los incendios de Indonesia, por lo que los organizadores han tomado medidas para intentar paliarlos de cara a la carrera del domingo.
"Según los niveles actuales de PSI (índice estándar de contaminantes), no hay planes para modificar el programa publicado de la carrera y otros eventos", señaló un portavoz de la empresa organizadora, Singapore GP, en un comunicado enviado a EFE.
Sin embargo, los organizadores están en contacto con las autoridades locales para la actualización, cada hora de los niveles de contaminación, ante la imprevisible situación del humo.
"La situación de la neblina es muy cambiante no solo de día a día, sino de hora a hora. Por consiguiente, actualmente no es posible predecir de forma segura los niveles de PSI que pueda haber durante la carrera el fin de semana", precisa el comunicado.
Peligro en el aire
Según la Agencia Nacional del Medio Ambiente de Singapur, el PSI se encuentra en niveles "no salubres" entre 106 y 122 puntos, en los que se recomienda que las personas sanas reduzcan el ejercicio al aire libre y las más vulnerables limiten salidas prolongadas.
Pilotos como Lewis Hamilton, Lando Norris y Daniel Ricciardo ya se encuentran en la ciudad-Estado, donde está previsto que se celebren entrenamientos el viernes y el sábado en la pista urbana, una de las más exigentes del circuito de F1 debido al calor tropical y la dificultad del trazado.
Además de medidores del PSI en el circuito y en su página web, la carrera en Singapur contará con puestos de asistencia para atender a personas que puedan sufrir problemas respiratorios por la calidad del aire, así como dispensadores de máscaras N95.
El problema: los incendios
Los incendios forestales en Indonesia, que se intensificaron este mes, han arrasado cientos de miles de hectáreas en las islas de Sumatra y Borneo, donde los fuegos son a menudo provocados por los dueños de las plantaciones de aceite de palma y caña de azúcar, entre otros.
Cerca de 9.000 efectivos intentan contener los fuegos en Sumatra y Borneo, que se extienden gracias a la sequía durante una de las peores temporadas secas en cuatro años, que normalmente transcurre entre junio y septiembre en esas regiones.
Además del desastre natural y roces diplomáticos entre Malasia, Indonesia y Singapur, el humo de los incendios ha provocado problemas respiratorios a miles de personas y el cierre de miles de colegios.
Se trata de los peores incendios desde 2015, cuando el fuego quemó una extensión de 2,6 millones de hectáreas en Indonesia.
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