Jorge Lorenzo no atraviesa el mejor momento de su carrera. El piloto no acaba de cuajar con Honda, equipo al que llegó este 2019. Desde su lesión en las vértebras no levanta cabeza. Su 'bajón' se ha agravado todavía más después de la diferencia notable que se ha desarrollado entre él y su compañero de equipo, Marc Márquez, que acaba de proclamarse campeón del mundo.
A pesar de la difícil situación, el de Palma de Mallorca no pierde la calma e intenta de ser optimista: "¿Qué voy a hacer? ¿Qué opciones tengo? Después de la carrera, ¿me pongo nervioso? ¿me pongo a dar gritos o a ser negativo? No tengo muchas opciones. Una vez que se ha hecho el trabajo y se ha dado el máximo en la pista, con lo que tenías y lo que sabías, no puedes hacer mucho más", comentó Lorenzo para MARCA.
Bien es cierto que la grave lesión que sufrió en la vértebra dorsal no le ha ayudado: "Evidentemente, no puedo estar contento ni satisfecho porque, profesionalmente, está siendo la peor temporada de mi carrera en MotoGP, pero también son ciertas las circunstancias que todos ya saben, que no han ayudado para nada, sobre todo, por las lesiones".
Es un secreto a voces que su adaptación a su nuevo equipo, y a su nueva moto no está siendo precisamente apacible: "La moto no se adapta a mi estilo natural de pilotaje, eso está claro, y las lesiones han agravado la diferencia que estoy cogiendo con el ganador al doble. A partir de ahí, ese ritmo que han incrementado los demás yo lo he perdido por completo y ahora me es muy complicado volver, mínimamente, al nivel que tenía antes de la caída".
El balear no baja los brazos y mira hacia el futuro con optimismo: "En Motegi llegaré mejor físicamente, vamos a insistir en lograr algo con lo que tenemos, va a ser difícil encontrar una revolución que nos haga ir mucho más rápido, pero a ver si podemos dar pasos. En Tailandia no lo hicimos, pero no pierdo la esperanza de que en Motegi los podamos dar".
No se ha olvidado de su compañero Marc Márquez, alabando su trayectoria y su campeonato de Moto GP logrado este domingo: "A lo largo de su carrera en MotoGP, Marc ha ido a mejor cada vez. Ha ido puliendo sus puntos débiles e incluso en años en los que la moto quizá no era la más simple de la parrilla y era complicada ha conseguido victorias y títulos. Este año ha sido un ejemplo de ello".
Considera que el de Cervera va muy por delante que el resto del equipo: "Tiene una moto que ha mejorado tanto en potencia, que ha reducido tanto esa carencia que tenía el año pasado, pero complicándose en otras áreas, ha sabido manejar muy bien, de la mejor manera, esos hándicaps que hemos tenido, aprovechando la potencia en las rectas y siendo el mejor en casi cada circuito. Con lo cual, yo creo que las Yamaha están bien, Quartararo y Viñales están muy en forma, pero, con todo, Marc está un paso, o un paso y medio, por encima de ellos y dos pasos por encima de los demás", sentencia el piloto de 32 años.
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