La motociclista Laia Sanz recordó este viernes, antes de tomar la salida de su décimo Rally Dakar, que para ella acabar la carrera y además quedar entre los quince primeros tiene prácticamente el mismo mérito que el ganador de la clasificación general de la carrera.
Sanz reconoció a periodistas que siente que no se tienen suficientemente en cuenta el duodécimo puesto que obtuvo en las ediciones anteriores del Dakar, quizás por el noveno lugar que firmó en 2015, lo que la convirtió el mejor resultado de una mujer en motos en la historia del raid.
"Acabar duodécima en un Dakar es un gran resultado, igual que hacer un 'top 15' es para mí como una victoria para otro piloto", comentó Sanz.
La piloto catalana recordó que en la última edición de la carrera, disputada en Perú, lo pasó "muy mal", pues en los cuatro meses anteriores solo pudo entrenarse las dos semanas previas al Dakar debido a una fiebre Q que le dejó cuatro meses inactiva.
"El año pasado lo pasé muy mal, después de estar cuatro meses del sofá a la cama. No sé de dónde saqué fuerzas. La verdad es que ese Dakar salió muy bien, porque esto no es una regla de tres", explicó Sanz.
"Si el año pasado estando como estaba terminé la duodécima, no quiere decir que este año por estar mucho mejor acabe la octava. El Dakar es imprevisible. A veces el año que mejor estás sale peor. Eso va así, entonces no quiero ponerme presión", añadió.
Cero abandonos en 9 participaciones
La motociclista reconoció que trata de no ponerse ella misma mucha presión encima porque "luego vienen las caídas", y su objetivo es mantener su récord de cero abandonos en sus nueve participaciones anteriores en el Dakar, donde en todas ha alcanzado la meta.
"El resultado que me haría feliz sería acabar feliz. Si acabo feliz, querrá decir que he hecho un buen trabajo. Creo que es un Dakar con más navegación y eso puede darme más opciones a luchar con tíos más rápidos", deseó.
Sanz destacó que actualmente en la categoría de motos del Dakar "hay un nivel impresionante, porque antes solo había dos tíos para ganar, y ahora son como diez pilotos".
Buen trato en Arabia Saudí
Sobre Arabia Saudí, un país donde hasta hace año y medio las mujeres no podían conducir, la catalana señaló que le resulta extraño para las costumbres occidentales, pero que "de momento el trato ha sido bueno".
"Todos vamos muy cohibidos, pero si de algún modo podemos ayudar a hacer ver que las mujeres podemos ser fuertes y competitivas, creo que puede ser positivo", concluyó.
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