Cada vez queda menos, si el coronavirus lo permite, para el inicio de la temporada de Fórmula 1. La primera prueba tendrá lugar en Australia el domingo 15 de marzo. Este viernes Chase Carey, máximo responsable de la F1, se reunión en Montmeló con todos los equipos para conocer su opinión sobre el coronavirus e informó que no quiere más cancelaciones como la de China.
"Ahora mismo se mantienen las tres carreras iniciales (por Australia, Bahréin y Vietnam), pero tenemos que garantizar las condiciones para que esto pase. Tenemos que decidir día a día", afirmó.
Mattia Binotto, director de Ferrari, quedó satisfecho con las explicaciones, pero aseguró que necesitan garantías para viajar a Australia y luego a Bahréin. Todo ello debido a que la mayoría de la plantilla es italiana y es Italia uno de los países donde más muertes y contagios se están produciendo.
"Es importante que sepamos cuál es la situación antes de que viajemos a Australia de aquí una semana. No podemos descubrir cuál es la situación cuando ya estemos ahí, si hay o no exámenes médicos. Tenemos que saberlo, porque hemos de proteger a nuestros empleados. Tenemos responsabilidades colectivas", afirmó.
"No somos sólo dos equipos, ya que suministramos sistemas a Haas y Alfa Romeo. Serían cuatro equipos y Pirelli. ¿Cuál es la situación si cuatro equipos no pueden correr?, no lo sé", amenazó Binottó.
"La Fórmula 1 y la FIA están hablando con las autoridades locales y los promotores. Sabemos que la gente que venga de Italia puede tener dificultades y hemos de entender qué pasará si hay problemas con eso. Tienen que asegurarse de que todo irá bien. En la fábrica ya hemos aplicado las medidas del gobierno italiano. Personas externas a Ferrari no pueden entrar en la fábrica", finalizó.
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