El pasado 19 de marzo, la FIA (Federación Internacional del Automóvil) informó que el cambio de reglamento de la Fórmula Uno previsto para el año próximo se posponía a 2022, debido a la crisis del coronavirus.
El retraso de un año en el cambio de la reglamentación, presumiblemente drástico, se aprobó de forma unánime entre los representantes de la FIA, de la Fórmula Uno y de los equipos.
Ahora las escuderías están negociando ya un nuevo aplazamiento a 2023 para la entrada del cambio de reglamento y de monoplazas debido a la crisis económica que este parón va a causar a la mayoría de escuadras de la parrilla.
"Estamos negociando si retrasar un año más el nuevo reglamento, porque en mi opinión sería totalmente irresponsable tener que cargar con todos los costes de desarrollo en 2021", dijo Christian Jorner, director deportivo de Red Bull Racing, en una entrevista para BBC Radio.
"Parece que hay un acuerdo razonable que necesita que lo ratifique la FIA para que esos costes de desarrollo pasen a 2022 y que la nueva normativa entre en vigor en 2023. Lo fundamental y lo más importante es quitar la necesidad de que para ser competitivo hay que gastar. Necesitamos estabilidad. Así que hay que congelar el desarrollo de algunas partes del monoplaza", dijo Jorner.
"El monocasco ya se ha aprobado. Ahora estamos mirando la suspensión, los neumáticos y todo lo asociado como elementos internos de la caja de cambios. Probablemente el 60% del desarrollo del coche se congelará durante este año y el siguiente sin contar con la aerodinámica", expresó Christian.
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