La crisis del coronavirus ha puesto patas arriba todo. Hasta lo más cotidiano como salir a dar un paseo se ha convertido en 'algo prohibido'. Muchos son los que pronostican que cuando el mundo vuelva a la normalidad ya nada será lo mismo. Está por ver cómo afectará a las relaciones personales, al día a día de cada uno y por supuesto está por ver cómo de grande será el golpe a la economía mundial.
El parón impuesto a todas las actividades no esenciales ha detenido el deporte mundial. Semana a semana se van anunciando la cancelación de nuevos eventos que han intentado buscar formas de celebrarse hasta el último momento. Uno de los deportistas más activos en toda la crisis del coronavirus ha sido Fernando Alonso.
El asturiano criticó en los primeros días de la crisis la reacción del Gobierno en el comienzo de la batalla contra el Covid-19 y aseguró que España iba "por detrás de otros países en cuanto a medidas": "Que reaccionemos según evolucione la emergencia sanitaria... ¿Va a ser diferente en España?", se preguntaba.
Sus palabras no gustaron a algunos, entre ellos Vicente del Bosque. El exseleccionador nacional de fútbol afirmó que: "He visto que alguien que protesta porque se han hecho las cosas muy mal, que se han retrasado... Y luego cotiza en el extranjero. En fin, es un tema social y es el momento de apoyarnos todos en lo que podamos", dijo.
Tras Alonso quiso aclarar ciertas cosas: "Soy ignorante total de la política, gracias a Dios. Ni me parecen bien ni mal las medidas que se tomaron. Me importa mi familia, mis amigos de aquí, de Italia, de China. Ahora ya es un hecho, no es opinión mía, que se podían haber tomado otras medidas. Pero hay mucha gente que lo está haciendo mucho peor: Inglaterra, que ahora toma medidas, o Estados Unidos, que ya ha pasado a China. Pero yo no soy ni de unos ni de otros, no tengo ideologías políticas, nulas".
Apartado de lo deportivo
Este año 2020 debía ser para Fernando Alonso una temporada importante: su debut en el Dakar y su participación en las 500 Millas de Indianápolis iban a ser los grandes eventos del que parecía ser un año de impase antes de regresar a la Fórmula 1. Pero todo parece haber volado por los aires. La Indy500 ha sido retrasada desde el 24 de mayo, fecha en la que estaba incialmente fijada en el calendario de la IndyCar, hasta el 23 de agosto.
El problema para Alonso es que ante él se abren dos posibles escenarios. Que la prueba sea retrasada de nuevo o incluso cancelada para este 2020, algo que ha dejado entrever el propio piloto asturiano quien explicó que "hay que estar allí una semana antes para la clasificación y cuesta pensar que en Estados Unidos vaya a estar todo a pleno funcionamiento en agosto".
Otro posible escenario, el peor para el asturiano sería que la prueba llegara a celebrarse el 23 de agosto apretando al máximo el calendario del regreso de las competiciones y contando con que la epidemia del coronavirus comience a remitir pronto en Estados Unidos. Los problemas para Alonso vendría por parte de la preparación. Como él mismo ha reconocido "en este momento, no tengo la cabeza para eso" y eso hace que la necesaria adaptación que debía tener al Arrow McLaren SP con que el iba a correr la Indy500 este año esté siendo inexistente.
Sea en cualquiera de los dos escenarios explicados antes, la que sería la tercera visita de Fernando Alonso al óvalo de Indianápolis con la IndyCar no parece que llegar en el mejor momento ni con la mejor de las esperanzas posibles.
Para 'matar el tiempo' durante el concinamiento son muchos los pilotos famosos que se han sumado a varias competiciones de eSports, algo en lo que parece que no se verá a Fernando Alonso. El asturiano ha contado que le han ofrecido participar en carreras online, pero que no puede debido a la siguiente razón: "En casa no tengo simulador. Tengo la PlayStation, pero con un mando con el que no puedo jugar a juegos de coches. Sólo fútbol y cosas así. Ahora hay muchas carreras virtuales. Me invitan a todas, pero digo que sólo tengo un mando que no vale".