Con la temporada 2020 en el aire por culpa de la pandemia de Covid-19 que tiene en vilo al mundo, la Fórmula 1 ya mira a 2021. A estas alturas del año el campeonato debería haber disputado cuatro Grandes Premios y estaría a punto de llegar a su primera prueba europea del año en los Países Bajos y con ello los rumores sobre los posibles cambios de asientos de cara al año siguiente.
La llamada silly season, la época en la que se negocian los contratos de la temporada siguiente en la Fórmula 1, tiene a Ferrari como el gran protagonista. La escudería italiana tiene un asiento en duda. El único seguro parece ser Charles Leclerc. El monegasco demostró en 2019 ser una gran apuesta de presente y futuro e hizo gala de ser capaz de liderar un equipo como el italiano con victorias tan importantes como la que logró en Monza.
La duda de Ferrari es Sebastian Vettel. El piloto alemán llegó a Maranello en 2015 para ocupar el puesto de Fernando Alonso y a pesar de haber logrado grandes victorias no ha conseguido ningún campeonato de pilotos o de marcas para la escudería italiana y demasiados momentos ha sido señalado por los tifosi debido a sus errores. A finales de 2020 acaba su contrato y la renovación no parece avanzar por buen camino.
El caché del piloto germano está lejos de ser el que fue pero parece que Vettel no se ha tomado demasiado bien que la oferta de renovación de Ferrari se resuma en dos claves: menos dinero y sólo una temporada. El cuatro veces campeón del mundo de Fórmula 1 está contra las cuerdas y ni tan siquiera cuenta con el apoyo de su compañero de equipo, algo que él sí que intentó la temporada pasada para que siguiera Raikkonen. Leclerc ha sido tajante sobre la renovación y ha asegurado que "hay que respetar la decisión que tome Ferrari".
Vettel tiene un salario de 35 millones de euros por temporada y la oferta de Ferrari lo habría rebajado hasta los 12 millones, una rebaja que casi le iguala el suelo al de Leclerc, que se estima en 9 millones de euros tras renovar a finales del pasado año. Los de Maranello parecen tener clara su posición y sólo contarán con el alemán si baja sus expectativas.
La pelota está ahora en el tejado de Vettel: seguir negociando en busca de una mejora que parece imposible, seguir un año más en Ferrari a la baja y demostrar de lo que es capaz o buscar una salida que deje a los italianos con un asiento vacío.
Alonso y Sainz, las opciones españolas
Si Vettel y Ferrari no llegan a un acuerdo para 2021, los rumores del paddock miran hacia España para ocupar el asiento vacío. Fernando Alonso y Carlos Sainz son dos de los nombres que más fuerte están sonando aunque las diferencias entre ambos son abismales y tendrán que ser los de Maranello los que decidan qué cualidades priorizan en el sustituto de Sebastian Vettel.
En el caso de Fernando Alonso, el asturiano regresaría a la Fórmula 1 tras dos temporadas lejos del paddock y volvería al equipo que dejó tras la 2014 para irse al megaproyecto fracasado de McLaren y Honda. A favor del dos veces campeón del mundo está la experiencia y el hecho de que la profecía del español sobre que Vettel no lograría ganar títulos con Ferrari se ha cumplido, algo que ha dado más valor a su actuación con los de Maranello.
Además, un equipo como Ferrari encaja en los requisitos de Alonso para volver a la Fórmula 1. Los italianos son un equipo ganador y Fernando tendría un año para trabajar en Maranello de cara a la nueva reglamentación técnica de la F1 que finalmente se implementará en 2022, tras el retraso provocado por la crisis del coronavirus.
En la esquina opuesta de este ring imaginario por lograr el asiento de Vettel está Carlos Sainz. El piloto español demostró el año pasado su valía y su liderazgo en un McLaren que parece renacer de sus cenizas gracias al rendimiento en pista del madrileño.
El perfil de Sainz encaja más con la idea de un segundo gran piloto. Si Ferrari otorga el rol de líder a Leclerc pensar en Fernando Alonso al otro lado del box parece inimaginable. El madrileño cumpliría con todos los requisitos en este caso.
Carlos ha demostrado su nivel sobre la pista y fuera de ella. Ha demostrado que su filosofía de trabajo no es otra que la de hacer crecer el equipo, algo clave para el sueño ferrarista de no sólo volver a tener un campeón del mundo entre sus pilotos sino de lograr el ansiado título de fabricantes que tantos años lleva monopolizando Mercedes.
McLaren aún está a tiempo de impedir que Sainz deje Woking. El madrileño acaba su contrato de dos temporadas a finales de este 2020 y en manos de los británicos está el convertirle en un buque insignia y darle el rol que se ha ganado sobre la pista para acabar así con los cantos de sirena que le llegan desde Italia.
Mucho en dónde elegir
Por desgracia para Fernando Alonso y Carlos Sainz, no son las únicas alternativas que tiene Ferrari. A su favor está que el gran sueño de los de Maranello de ver de rojo a Lewis Hamilton parece que se ha disipado como un azucarillo. El británico acaba contrato este 2020 pero con un 2021 con las mismas reglas técnicas en la Fórmula 1 no se entendería que dejara Mercedes.
Otras opciones sobre el papel responderían al baile de asientos que provocaría la llegada de Vettel a otra escudería. Otro de los ansiados por Ferrari ha sido durante mucho tiempo Verstappen. El holandés renovó con Red Bull pero una hipotética vuelta del hijo pródigo podría echar al traste con el clima de calma que viven en la escudería austríaca. Los encontronazos entre Max y Sebastian han sido sonados y hacen complicada su convivencia. Si Vettel vuelve, Verstappen podría optar por salir.
Daniel Ricciardo es otro de los pilotos que llevan tiempo en la órbita de Ferrari. El australiano ya estuvo en las quinielas para llegar a Maranello cuando anunció su salida de Red Bull pero finalmente acabó aterrizando en Renault, un equipo que está lejos de darle las prestaciones que un piloto como él se merecería.
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