La crisis de Ferrari avanza a pasos agigantados. La situación de la escudería italiana es dramática y nada parece funcionar ni en la pista ni fuera. Mientras Vettel y Leclerc se pelean en la pista con un coche inferior al del año pasado, en los despachos y en el box las cosas no van mucho mejor. Mattia Binotto es el principal señalado.
El jefe de la escudería está considerado como el capitán y cabeza visible de este proyecto que va camino de un ridículo y un fracaso histórico. Con un segundo puesto en dos carreras y dos abandonos, las sensaciones para el presente campeonato son las peores en muchos años y, se podría afirmar también, que en muchas décadas.
Hoy por hoy, Ferrari no puede competir ni con Mercedes ni con Red Bull, pero es que difícilmente lo hace con el carrusel de equipos que llegan por detrás con aspiraciones. McLaren, Renault o Racing Point han demostrado una mayor regularidad que la escudería roja, que además tiene que lidiar con demasiados problemas más allá del coche.
La tensión en la pista se hace patente entre un Vettel fuera del equipo y un Leclerc que no aguanta al alemán. Su objetivo es hacer un mucho mejor campeonato que su compañero, ser el orgullo de los de Maranello y casi humillar en resultados a 'Seb'. Sin embargo, ese ímpetu a veces se puede ver desmedido como ocurrió en la carrera del domingo en Austria.
Por todo ello, y a la vista de que cambios en los pilotos no va a haber este año salvo una hecatombe abismal, el principal señalado y que tiene muy difícil continuar es Mattia Binotto, actual jefe de la Scuderia y gran señalado por el retroceso del Ferrari, un segundo más lento que el pasado año.
Además, tras los rumores de una salida que podría estar cercana han llegado voces sobre quien podría ser el sustituto de Binotto, y estaría en casa. El elegido, tal y como apunta el Corriere della Sera, sería Antonello Coletta, actual jefe de Ferrari GT. Su misión sería la de llegar a un equipo roto y desmembrado e intentar que el rendimiento del SF1000 dé un giro de 180 grados.
Pelear por el campeonato parece una tarea demasiado complicada, pero al menos intentar dar una mejor imagen, acorde con la grandeza de la marca más laureada de la historia de la Fórmula 1 y que actualmente cuenta con uno de los mayores talentos de los últimos años y con un tetracampeón del mundo.
Binotto es consciente de que la situación es crítica, pero desde el equipo se apunta directamente a la FIA como la causante del rendimiento del Ferrari tras no permitirles usar el mismo sistema del flujo de combustible del año pasado, aquel que le dio tres victorias seguidas tan arrolladoras como inesperadas.
Sin embargo, en Maranello ya no compran esa historia, y acusan a Mattia de ser el responsable de haber llevado a cabo el diseño de la aerodinámica y del chasis de acuerdo a los niveles de potencia de la antigua unidad, lo que se está traduciendo en los problemas actuales.
Malas noticias para Carlos
La salida de Binotto no solo supondría un gran problema para él y para su equipo de confianza que han llevado a cabo la confección del SF1000, si no que también sería un problema de futuro para Carlos Sainz. Mattia Binotto fue uno de sus grandes valedores para que el español fichase por la casa del cavallino rampante.
Por ello, seguro que el piloto de McLaren sigue en la sombra como avanza la crisis de Ferrari, no solo por la posibilidad de tener un bajo nivel del coche el próximo año, o de perder recursos y tiempo este curso que se podrían invertir en el próximo, si no por la salida de Binotto, que sería el hombre fuerte que podría garantizar sus aspiraciones dentro de Ferrari.
Leclerc es el piloto de la casa y es la apuesta de futuro de la fábrica ferrarista, por lo que Carlos necesita un apoyo y un valedor tras llegar desde un equipo considerado inferior como McLaren. Sin embargo, esa figura que hasta ahora había sido Mattia Binotto, podría desaparecer mucho antes de la llegada del madrileño.
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