Carrera para el recuerdo en Silverstone, sobre todo por las últimas vueltas. Varios pilotos sufrieron pinchazos en sus ruedas y la clasificación que se intuía para el final del Gran Premio cambió por completo. Frente al triunfo de Hamilton, cruzando la meta a tres ruedas, Carlos Sainz se quedó sin puntuar por el mismo problema.
El piloto de Mercedes encadena tres Grandes Premios consecutivos con victoria, los de Estiria, Hungría y Gran Bretaña, y camina con determinación hacia su séptimo título. En Silverstone arrancó desde la 'pole' y mantuvo la primera posición pese a cruzar la meta con el neumático pinchado. "Es un chico con suerte", ironizaron desde Red Bull ante tal desenlace.
Precisamente por un lance similar su compañero, el finlandés Valtteri Bottas, perdió el segundo puesto. De ello se beneficiaron el holandés Max Verstappen, de Red Bull, y el monegasco de Ferrari Leclerc, que acabaron segundo y tercero respectivamente.
Verstappen, sin embargo, no terminó con el sabor de boca esperado. Pudo haberse llevado la carrera de no ser por su parada anterior para cambiar neumáticos. Esa estrategia aumentó la distancia con Hamilton y esos segundos evitaron que pudiera sacar provecho de pinchazo de británico.
"Me pararon para hacer la vuelta rápida", explicó el piloto al término de la carrera con un gesto de resignación. Una decisión que le costó un triunfo seguro.
En el top 10 sí terminaron el australiano Daniel Ricciardo (Renault), el británico Lando Norris (McLaren), el francés Esteban Ocon (Renault), el francés Pierre Gasly (AlphaTauri), el tailandés Alexander Albon (Red Bull), el canadiense Lance Stroll (Racing Point) y el alemán Sebastian Vettel (Ferrari). Con este resultado, Hamilton refuerza su liderazgo en el Mundial.
La mala suerte acaba con Sainz
El piloto español realizó una gran actuación hasta esa última vuelta. Parecía imposible de creer. Los que lideraban el Gran Premio se estaban teniendo que enfrentar a varios pinchazos que torpedeaban por completo el resultado final. Y Sainz no tuvo la suerte que Hamilton, con la suficiente ventaja para salvarse de cualquier adelantamiento.
Sainz, en esa última vuelta, pinchó y no pudo ver más que cómo el resto de pilotos le adelantaban. Pasó del cuarto puesto, que se había ganado gracias a una excelente salida de carrera, a la decimocuarta posición.
Tal fue la locura del final de carrera que el propio Hamilton reconoció el miedo que pasó. "Hasta la última vuelta, todo iba bien. Cuando me dijeron que él pinchó -Bottas-, mi neumático parecía que estaba bien. Pero en la recta se ha desinflado, noté un cambio de forma en el neumático y tenía el corazón en un puño. Ya veía cómo se salía la llanta", explicó al término de la carrera.
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