Ha pasado mucho tiempo desde que Fernando Alonso compitió por última vez. Fue en el Rally Dakar 2020 celebrado en Arabia, donde el asturiano firmó un debut portentoso, rodando con los mejores y rozando la victoria de etapa en varios momentos. Solo la mala suerte que se tradujo en accidentes y averías le impidieron brillar en resultados y no solo en sensaciones. Sin embargo ahora llega un nuevo reto: las 500 Millas de Indianápolis.
Si hace tiempo que Fernando no compite, más hace que no se sube a un monoplaza, desde el Bump Day de la Indy del pasado año. Por el camino, saborear las dunas del rally más extremo del mundo y confirmar su vuelta a la Fórmula 1 con el equipo Renault le han tenido la mente ocupada en esta nueva etapa de su carrera.
Sin embargo, ahora es momento de regresar para intentar lograr un reto del pasado, vencer en las 500 Millas de Indianápolis en su tercer intento, habiendo probado el lado bueno y el lado malo de una carrera considerada como el mayor espectáculo del motor al otro lado del charco.
No obstante, esta será una edición completamente diferente. La primera sin la presencia de público en las gradas a causa de la crisis sanitaria provocada por el coronavirus. Quedan muchos pasos por dar hasta que el día 23 de agosto comience la prueba, especialmente para el corredor de McLaren, que repetirá marca pero no así vehículo, ya que poco tendrá que ver el coche de este año con la decepción del pasado curso.
El bicampeón de la Fórmula 1, que le da un glamour y un interés especial a la prueba, especialmente en Europa, tendrá por delante dos semanas en las que deberá trabajar a destajo para acostumbrarse a un coche completamente nuevo, pero en el que hay muchas esperanzas puestas.
Fernando tendrá por delante algo más de diez días para hacerse a su nuevo monoplaza, en el que ya ha tenido la oportunidad de sentarse tras su viaje a Estados Unidos de esta semana. Alonso entrará en el óvalo mañana sin haber probado el coche, por lo que los resultados deberán ser buenos a las primeras de cambio, sin opción de error debido al poco tiempo que resta para la prueba. Una presión añadida que sin duda hará sentirse al asturiano como pez en el agua.
Un año con muchas novedades
El corredor español se encontrará con muchas cosas nuevas en su regreso a la Indy. Para empezar, una de ellas será la composición del equipo, ya que la alianza entre McLaren y Schmidt Peterson supondrá una nueva dimensión para la escudería. Esto hará que el coche sea completamente nuevo y que haya un nuevo ingeniero de pista, el conocido Craig Hampson.
El nuevo jefe ya sabe lo que es ganar en la Indy, ya que sumó cuatro títulos consecutivos con Bourdais. Otro de los elementos que se encontrará Fernando será el aeroscreen, una pantalla transparente que se utilizará por primera vez y a la que todos se tendrán que acostumbrar.
A todo esto se unirá la presión habitual de una prueba mítica, el trabajo de reglajes para clasificación y para la carrera, el desempeño con y sin rebufos, y aspectos que surgirán en la propia prueba y que Fernando Alonso tendrá que ir sorteando para poder cumplir, al tercer intento, su objetivo de salir campeón en la legendaria carrera de las 500 Millas de Indianápolis.
[Más información: Fernando Alonso y Carlos Sainz se resignan: el 2021 será un año mediocre]