Takuma Sato consigue la victoria en las 500 Millas de Indianápolis. El asiático se aprovechó de una bandera amarilla que neutralizó la carrera justo después de adelantar a Scott Dixon. Fernando Alonso acabó la carrera en la posición número 21, sin embrague y afectado por un mal pit-stop en el que se le quedó el coche parado. Alex Palou, cuando estaba entre los diez primeros, se fue contra el muro de la primera curva y no pudo terminar la carrera en su primera comparecencia.
Una lucha infernal entre Takuma Sato, Scott Dixon, Graham Rahal y Santino Ferrucci en las últimas 15 vueltas. Lástima que el accidente de Pigot supuso que la carrera acabase en bandera amarilla de forma neutralizada. El japonés consigue su segunda victoria en esta carrera y confirma el talismán que supone que Fernando Alonso corra esta competición: siempre que está, gana.
Fernando Alonso salía de forma positiva después de ganar dos plazas en la salida lanzada, que serían tres después de que se produjera el primer lance de la carrera y que obligaría a Ed Carpenter a abandonar. Alex Palou no tuvo tanta suerte y en su caso perdería tres plazas hasta caer a la décimo segunda plaza. Pero si hablamos de fortuna, a James Davidson se le acabaría temprano después de que el freno de su rueda derecha delantera estallase y su llama fuera completamente en llamas. Carrera neutralizada en las primeras diez vueltas.
Este parón de la carrera fue aprovechado por los pilotos que iban en las posiciones más traseras para hacer una parada y hacer una táctica a la contra con las estrategias que llevan los coches que ocupaban las primeras plazas. Fernando Alonso fue uno de ellos, cargó el coche de gasolina y recuperaría rápidamente su posición en el pelotón que lideraba el 'pace car'.
Tras relanzarse la carrera, Alonso consiguió colocarse en 24ª posición para seguir con su remontada particular. Palou también recuperó una posición para subir a la undécima. 15 vueltas después se volvería a parar la carrera por culpa de un accidente de Marcus Ericsson que ese sí supondría que los españoles adelantasen una posición. El rookie español ya estaba entre los 10 primeros y el asturiano tendría un aliciente más para alimentar la ilusión. Eso supuso también que la mayoría de los coches que no habían entrado, pasaran por boxes.
En el caso de Fernando, volvió a parar por lo que perdería posiciones hasta caer a la 28. La parada de Palou también le hizo situarse en la posición número 19. Una nueva tanda de paradas le haría ganar siete puestos de una tajada a Alonso y a Alex, por lo que equiparándose ya con el número de entradas a box. El español sí estaba recuperando posiciones a la llegada de la vuelta 50, el catalán no tantos.
Las paradas, claves
El juego en el carril de boxes había comenzado a hacer que pasen cosas. Errores de algunos pilotos al entrar, la línea que impide que entren los pilotos en determinados momentos y las diferentes estrategias estaban provocando que los puestos de la clasificación se movieran. Palou ha llegado a ponerse segundo y Alonso noveno. Pero al final han acabado parando y volvieron a las posiciones que tenían anteriormente.
En torno a la vuelta 75 Alonso empezó a encontrar un buen ritmo de carrera que le llevaba a ser uno de los pilotos más rápidos y eso le hizo llegar hasta el puesto número 18. El accidente del compañero de escudería de Fernando, Kellet, llegaría en un momento justo para evitar que el español perdiera su vuelta con respecto al líder. El asturiano conseguiría seguir en la misma estela que los pilotos de cabeza.
Justo en la reanudación un grave accidente entre Askew y Daly volvió a provocar que el se neutralizara la carrera de nuevo. El accidente se produjo justo al lado de Palou, por lo que el rookie tuvo suerte de no verse involucrado. Mientras tanto, Alex se colocaba en la décimo segunda plaza y Alonso en la décimo cuarta. El asturiano iba con una estrategia de parada cambiada y, si ahorraba el suficiente combustible, podría ahorrarse el último paso por boxes. La carrera llegaría de esta manera al ecuador.
El peor momento
Esta nueva parte de la carrera empezaría de forma satisfactoria para Alex Palou. El español comenzaría a adelantar hasta a tres pilotos para situarse en novena posición. El rookie continuaba destacando en su primera actuación en esta mítica carrera y confirmando que promete muchísimo y que tiene un futuro en el mundo del automovilismo.
Pero ese momento encendido quedó empañado por su accidente. Probablemente el catalán arriesgó mucho en este momento de la carrera y el ejemplo fue su golpe contra uno de los muros. Palou se retiró en perfectas condiciones y fue un golpe sencillo. Lástima que este estreno quede marcado por este choque que le ha impedido terminar la carrera.
Mal momento para los españoles en carrera. En las paradas que hicieron coincidiendo con el accidente de Palou, Fernando Alonso tuvo problemas y el coche se le quedó parado. Todo el buen trabajo que había hecho para recuperar posiciones quedaba en balde. Salió con vuelta perdida y, aunque podría tener opciones si se hubieran dado varias circunstancias de fortuna, la cosa se ponía francamente difícil.
En la siguiente parada que hizo Alonso detectaron el problema que tenía en el coche. Estaba sin embrague para el resto de la carrera, por lo que tendría aún más complicada la hazaña de remontar. Podía seguir pero no parar, pero la realidad es que le tocó volver a pasar por boxes y necesitó la ayuda de todos sus mecánicos para volver a arrancar. Mala tarde en Indiana para Fernando.
El accidente final
El accidente de Spencer Pigot marcó completamente el final de la carrera. Un fuerte golpe del piloto que movió la entrada de la calle de boxes. Impacto tremendo lateralmente de esos que dan muchísimo miedo. Aún así, salió por su propio pie pero no pudo dar muchos pasos. La gran cantidad de fuerzas G a las que se ha sometido su cuerpo le dejó completamente mareado. Se le fue de atrás el coche a muchísima velocidad hasta acabar impactando contra ese muro.
[Más información: Accidente de Fernando Alonso en los entrenamientos de las 500 millas de Indianápolis]