Fernando Alonso completó sus primeras 500 Millas de Indianápolis, pero lo hizo de forma muy amarga. El asturiano no pudo cumplir su sueño de vencer en la prueba del óvalo y completar así su reto de ganar la Triple Corona, pero al menos pudo saborear la sensación de cruzar la meta final de una prueba tan exigente y emblemática como la celebrada en el MotorSpeedway.
Fernando finalizó en 21ª posición, muy lejos del que era su objetivo, pelear por los puesto de arriba. Sin embargo, un problema en su embrague dio al traste con sus aspiraciones cuando mejor se situaba. Alonso era 15º y la estrategia de carrera le dejaba en buen lugar para intentar escalar posiciones en la segunda mitad de la carrera. No obstante, tras una parada, el coche no volvió a arrancar y perdió una vuelta, siendo doblado por casi todos los pilotos, lo que provocó que sus esperanzas se diluyeran en cuestión de segundos.
Así analizó Fernando la prueba: "Fue una carrera muy ajetreada para nosotros. No tuvimos ni una vuelta de bondad. Sufrimos desde el principio con el equilibrio del coche, con mucho sobreviraje. Seguimos cambiando el equilibrio en las paradas, reduciendo el flap delantero, haciendo ajustes en los neumáticos y entonces empezábamos a estar contentos con el coche. Estábamos en 15ª posición alrededor de la vuelta 110, que es donde queríamos estar".
Sin embargo, llegaron los problemas con el embrague y todo comenzó a venirse abajo:"Pasamos la mitad de la carrera yendo del 26º al 15º y luego tuvimos un problema de embrague en el coche que no sabíamos cómo solucionar. Terminamos la carrera sin el embrague, así que en ese aspecto, en cada parada teníamos que empujar el coche, meter la marcha y salir. Eso nos costó una vuelta y desafortunadamente nos mantuvimos una vuelta por detrás hasta el final y no pudimos lograr nada más hasta el final".
Alonso se marchó contento
A pesar de todo, Fernando se marchó contento por haber acabado la prueba: "Estoy contento de acabar la carrera, de cruzar la meta y de tener unas 500 Millas en mi bolsillo, eso es lo positivo. Lo negativo es que nos quedamos fuera de la batalla muy pronto con el problema del embrague".
Alonso terminó la carrera más contento de lo que cabría esperar, y quiso dar las gracias al equipo por todo: "De todas formas, creo que el equipo Arrow McLaren SP estuvo fantástico durante la carrera. La estrategia y las paradas hicieron que siempre estuviéramos ganando posiciones. Estoy muy orgulloso del trabajo que hemos hecho en las últimas dos semanas. Intentamos competir, pero la suerte no estuvo con nosotros, pero estoy muy orgulloso del trabajo de todo el equipo".
La mala noticia para Fernando, además de no haber conseguido el objetivo o el sueño de salir ganador de la prueba, es que tendrá que estar al menos dos años alejado de Indianápolis, lo que durará su contrato con el equipo Renault y con el que tendrá que estar totalmente enfocado en en el Mundial de Fórmula 1.
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