El futuro de la Fórmula 1 se presenta apasionante durante los próximos años. El negocio más exclusivo del automovilismo parece haberse cansado ya de la fuerza dominante de un único coche que somete sin piedad al resto. Solo los desastres o la mala suerte terminan dándole emoción al podio cada día. Sin embargo, la clase media de la parrilla se sitúa como el gran ejemplo que demuestra que la igualdad es la clave del éxito.
Hacía muchas temporadas que la pelea por los puntos no estaba tan bonita. Coches como Renault o McLaren han conseguido dar pasos hacia delante y recortar la distancia con Racing Point, que ha quedado algo estancado. La base del 'Mercedes rosa' era muy buena, procedente de los mimbres del campeón del mundo del pasado año, pero sus mejoras están siendo muy reducidas. Además, en el horizonte aparece un combativo Leclerc que hace rendir al Ferrari y que se ha metido de lleno en la lucha por el Top5.
Para potenciar esta lucha, la Fórmula 1 está intentando trazar un camino que destaca por la combatividad de los equipos y por la austeridad. La reducción del gasto y del dispendio será una de las bases de la nueva Fórmula 1, que pretende cambiar a partir del año 2022. La llegada de los nuevos motores, que como poco dejan incertidumbre en el horizonte, no será el único gran avance.
La clave es convertir a la Fórmula 1 en una guerra total, alejarlo de un show de ricos para transformarlo en una lucha donde los más listos se lleven el premio cada domingo. No perderá su esencia exclusiva habitual ni su glamour, pero súper estrellas como Lewis Hamilton tendrán que bajar al barro y reducir sus pretensiones, centrando todos sus esfuerzos en ganar, hecho que será su mayor recompensa.
La Fórmula 1 más austera
La línea a seguir del 'Gran Circo' es muy clara. Quiere evolucionar hacia un mundo más ecológico y más eficiente, donde cada euro gastado se invierta en proyectos confirmados y que otorguen resultados. Así deberá en los próximos años, ya que las escuadras que malgasten sus fondos se quedarán alarmantemente atrás.
El límite de gasto será muy reducido y no dependerá de inversores y ni patrocinadores. No bastará con pedir más dinero si se gasta o si una inversión no sale bien, ya que el techo de gasto se va a ir reduciendo temporada tras temporada. Lo esperado por la Fórmula 1 es que, para 2023, sea de tan solo 135 millones de euros. Esto implica que la investigación y el desarrollo tendrá que estar más ajustado que nunca, ya que cualquier fallo dará al traste con mucho más que algo de tiempo y presupuesto, arruinará recursos muy limitados para evolucionar el proyecto.
Esta nueva Fórmula 1, que pretende reducir al máximo su gasto, también está evolucionando hacia un lado más sostenible. Se plantea para este futuro cercano la inclusión de biocombustibles y los nuevos motores, que saldrán a la luz en 2022, serán unidades que apostarán aun más por el carácter híbrido de estas nuevas unidades de potencia que prometen marcar un antes y un después en el mundial tal y como se conoce.
La Fórmula 1 atravesará una nueva etapa donde los aciertos serán puntos y los errores una losa demasiado grande de superar. En la era donde menos dinero se tendrá para implementar los monoplazas, llegarán los motores y los componentes más complejos, por lo que cada euro será fundamental.
Recortes a los pilotos
Además, la austeridad de la Fórmula 1 no solo llegará a los equipos para crear sus nuevos coches, sino que también aterrizará en la parrilla. Todos los equipos han acordado una rebaja salarial para los pilotos y establecer un techo de gasto al igual que lo tendrán ellos mismos para evolucionar sus monoplazas. Todo estará más encorsetado y medido que nunca, y se deberán tomar decisiones muy importantes para elegir bien en qué puntos invertir y poner toda la carne en el asador.
Ese techo de gasto para salarios estará en torno a los 25 millones de euros. Sin embargo, no será para cada piloto, sino que será para los dos pilotos de cada equipo. Es decir, entre ambos, sus sueldos no pueden sobrepasar esa cantidad, teniendo eso sí el equipo total libertad para dividir las cantidades como crean oportunas.
Esta normativa que entrará en vigor en el año 2023 y que parece tan estricta será muy difícil de quebrantar, ya que los equipos que no necesiten todo el presupuesto disponible para mejorar su coche, no lo podrán destinar para ampliar ese techo de gasto salarial. Sin embargo, al contrario sí podrá realizarse, es decir, los recursos que se ahorren en salarios sí podrán emplearse en elevar ese presupuesto para avances del monoplaza.
Esta medida, que ha sido acordada por todos los equipos, todavía no se ha hecho oficial porque no ha sido refrendada por el Consejo Mundial del Deporte de Motor. En el momento que esto se haga así, cualquier contrato que se firme después tendrá que acometerse, si se firma después de ese año, a esa máxima. De esta forma, pilotos como Leclerc o Verstappen, que tienen firmado hasta 2024 y 2023 respectivamente, pero cuyo contrato se cerró antes de esta medida, sí podrán exceder ese gasto.
Los pilotos que quieran renovar más allá de 2022 y que lo hagan después de que el Consejo Mundial refrende esta medida, podrán tener libertad de negociación los próximos dos años, pero no así a partir del curso 2023, cuando estarán sujetos a esta importante rebaja, que no solo afecta a su propio salario, sino que lo haría también al de su futuro compañero.
Las prisas de Hamilton
Si hay un piloto que se ha visto inmerso en esta encrucijada tan extraña es Lewis Hamilton. La renovación del piloto inglés es uno de los temas más comentados en el paddock. El actual campeón del mundo se encuentra peleando por su séptimo título, lo que le permitiría igualar a la mayor leyenda del automovilismo, Michael Schumacher. Sin embargo, ganar el campeonato de este año obliga a Hamilton a continuar una temporada más para afrontar el reto de, al menos, convertirse en el corredor con más títulos de la historia, con ocho.
Hamilton se encuentra ahora mismo sin equipo para 2021. Su millonaria renovación con Mercedes está totalmente parada, pero la situación ha cambiado notablemente. El gran acuerdo del británico con la marca alemana estaba previsto para alcanzarse en tres años, lo que implicaría que Hamilton correría en ese famoso 2023 en el cual su salario correría peligro. Si inglés no renueva antes de que se refrende esta medida, su salario, que iba a rondar los 45 millones de euros por temporada, podría caer más de un 60% en ese último año, ya que Mercedes no podría sobrepasar esos 25 millones y además tendría que guardar un margen para el otro piloto.
En cambio, si Hamilton consigue cerrar su renovación en las próximas semanas, podría obtener finalmente esa histórica renovación por valor de 135 millones de euros de lo que tanto se ha hablado, especialmente en una época en la que la austeridad va a reinar en la Fórmula 1 y donde los ingresos han caído considerablemente por la crisis sanitaria, la pérdida de patrocinadores y la no asistencia de público a las carreras.
La otra opción de Hamilton es la de renovar año a año, o incluso solo por dos años, de manera que no corra peligro la totalidad de su salario y pueda tener libertad para decidir qué hacer con su futuro a final de 2022. Esta opción le permitiría tomar una decisión justo al término del año clave por ese cambio en los motores. Si el inglés observa que Mercedes ha perdido su dominio en la nueva Fórmula 1, podría buscar un nuevo proyecto o, incluso, echarse a un lado y pensar en la retirada. Para ello, debería ganar al menos dos de los tres campeonatos que le quedarían para poder superar el registro de Schumacher y quedarse al frente de la lista de los mayores campeones de la historia.
La decisión de la retirada podría empezar a rondar con fuerza la cabeza de Hamilton si consigue hacer historia, ya que en Mercedes se avecinan cambios importantes en un futuro cercano. Toto Wolff, que también tiene que renovar su vinculación con el equipo alemán aunque asegura que no tiene prisa, también podría estar cerca de dejar la escuadra alemana, al menos en un papel tan protagonista, lo que podría ser otro motivo para que Hamilton decida bajarse del monoplaza para siempre.
Mercedes echa el resto
Hamilton tiene prisas por renovar cuanto antes si finalmente decide ampliar su vínculo con Mercedes más allá de 2022, pero para el equipo también es una cuestión trascendental. Ante un nuevo horizonte, tener al piloto de la parrilla más hábil junto a Verstappen y Fernando Alonso es primordial, especialmente si las cosas se igualan tanto como parece. Confiar en Bottas como aspirante al título sería una temeridad, especialmente porque no lo es ni teniendo el coche más rápido de la parrilla.
Por ello, Mercedes quiere poner toda la carne en el asador para convencer a Lewis de que firmar una ampliación con las balas plateadas es la mejor opción, aunque el británico la quiera hacer antes de que se consume la rebaja salarial. Por ello, el equipo alemán ya ha comenzado a mover sus fichas, las que apuntan a un futuro más dorado que su presente.
Y ese futuro empieza por 2021, el primer mundial que no tiene un dueño claro, ya que Hamilton se proclamará campeón matemático en muy poco tiempo. Mercedes es el claro dominador de la era híbrida y pronto podrá convertirse en el primer equipo en ganar siete mundiales de constructores consecutivos, lo que será todo un hito en la Fórmula 1. Por ello, el principal objetivo de Mercedes para amarrar al inglés es demostrarle que sigue estando en el mejor sitio para ganar en el futuro.
Desde la escudería alemana ya han anunciado que el próximo año podría ser incluso más rápidos, ya que han creado un nuevo motor que tendrá 20 caballos más de potencia. Los avances se centrarán en una nueva cámara de combustión y en modificaciones en la parte eléctrica que harán del Mercedes un caballo de carreras todavía más ganador. Además, esta ganancia no implicará la pérdida de una de las señas de identidad del equipo, su fiabilidad, la cual es también causante de sus buenos resultados.
De esta forma, Mercedes quiere demostrarle a Hamilton que siguen siendo el equipo a batir y que es sobre su monoplaza donde tiene la mayor probabilidad de éxito, siempre y cuando quiera permanecer en la Fórmula 1. Ahora será el piloto quien decida si termina llevando a cabo su renovación, antes de que se confirme la rebaja, o si decide dejar el 'Gran Circo' antes de lo esperado.
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