Carlos Sainz se marchó un domingo más con una sensación un tanto agridulce. El séptimo puesto obtenido en el Gran Premio de Emilia Romagna en el circuito de Imola le supo a poco viendo el ritmo que tenía su McLaren en algunas partes de la carrera, pero tampoco pudo aspirar a mucho más tal y como se desarrollaron los acontecimientos en la prueba del domingo.
Además, Carlos partió desde la décima posición de la parrilla y las cosas no empezaron del todo bien, al menos comparado a lo que sucedió en Portimao, donde tras un par de curvas se vio liderando la carrera. La salida fue más tranquila de lo habitual para el madrileño, aunque pronto pudo ganarle la posición a su compañero Lando Norris en uno de los mejores adelantamientos de todo el fin de semana.
La realidad es que Imola era un circuito que se prestaba poco a los adelantamientos y, además, la composición de sus neumáticos le ponía en desventaja respecto a todos los coches que venían por detrás. Sin embargo, el piloto español supo mirar hacia delante y no hacia atrás, y le pasó la papeleta a su compañero de box. No obstante, cuando empezó el baile de paradas, fue uno de los grandes perjudicados en detrimento de Sergio 'Checo' Pérez, que realizó una carrera formidable un día más.
El punto a favor de McLaren en todo el fin de semana ha sido su fiabilidad, ya que otros pilotos como Verstappen, Gasly o Esteban Ocon han tenido problemas serios y no han podido terminar el Gran Premio. Además, han sabido salvar los muchos contratiempos sucedidos y que cerca han estado de arruinarles la carrera.
"Estoy un poco más satisfecho que ayer, hemos tenido buen ritmo toda la carrera, iba más cómodo con el coche que en la clasificación y lo he notado desde el principio cuando he podido pasar a Lando en la vuelta 4, a partir de ahí he podido imprimir mi ritmo", esto afirmaba el madrileño en los micrófonos de Movistar F1 tras la carrera.
"Cuando he parado he puesto el neumático medio y tenía más ritmo que los coches de delante, pero no tenía la suficiente ventaja para adelantarles. Kvyat no llevaba mal ritmo, el Alpha Tauri está yendo muy rápido. Era sobre todo Albon quien hacía el tapón. Pero sí que es verdad que tenía más ritmo que los coches de delante, y hemos empezado todos a coger a Ricciardo y a Leclerc".
Los Alpha Tauri parecen ser la nueva revelación en esta parte final de la temporada. A pesar de ser considerado como el coche filial de Red Bull, tanto Gasly como Kvyat demuestran ir más rápido que Albon y cada vez cogen más puntos. Han dejado de ser los más rápidos de la cola para estar inmersos en la lucha por la clase media.
El tramo final de la carrera con los accidentes de Verstappen y Russell ha sido casi una lotería y ha provocado que varios pilotos se hayan quedado rezagados detrás de Leclerc, que llevaba menos ritmo que Pérez y Carlos: "El Safety Car ha durado más de lo que nos habría gustado, y 'Checo' se ha quedado atascado detrás de Leclerc, no le ha podido pasar, y detrás de él, nos hemos quedado todos los de detrás atascados".
El milagro con Albon
Tras relanzarse la carrera, Carlos Sainz ha dejado una de las acciones de la temporada, una salvada impresionante tras un trompo de Albon a escasos metros del morro de su coche. El español ha podido salvar al piloto de Red Bull por milímetros gracias a unos reflejos sobre humanos.
"Viendo lo que ha pasado con Albon, debería dar gracias de estar aquí. La he librado de milagro, he reaccionado de imprevisto y muy rápido. Nunca te esperas un trompo justo delante de ti y tener que clavar frenos, pero si llego a reaccionar 50 centésimas más tarde, me choco contra él. Por lo menos estoy aquí bien, y por eso este séptimo sabe mejor".
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